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Los estudiantes "repetidores" son quienes más ejercen bullying

Vea los resultados de una investigación en dos liceos públicos de Montevideo
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27 de diciembre de 2015 a las 05:00
Los estudiantes "repetidores" son quienes más ejercen bullying (hostigamiento) hacia sus compañeros y los alumnos con mejores rendimientos son tres veces más hostigados que el resto de sus pares. Estas son dos conclusiones que se desprenden de una investigación de la Universidad Católica, realizada por la doctora en Ciencias de la Educación, Adriana Aristimuño y el profesor y magíster en Educación, Juan Carlos Noya.

El estudio llega a estas conclusiones, luego de investigar el fenómeno de bullying en dos liceos públicos de Montevideo. Uno de ellos caracterizado por episodios de violencia importantes en el pasado reciente, data de 1960 y tiene alrededor de 550 alumnos distribuidos en dos turnos. El otro conocido por la puesta en marcha de innovaciones educativas positivas para la convivencia, es de la década de 1990 y cuenta con casi 900 alumnos distribuidos también en dos turnos.

Los datos primarios arrojan que la violencia simbólica directa (agresiones a través del lenguaje, como insultos, apodos o burlas) es la más frecuente en ambos liceos. Casi la mitad de los estudiantes de los dos liceos expresan que a veces son agredidos o insultados verbalmente de alguna manera. En tanto, la violencia física directa (golpes o agresiones directas) es menos frecuente en cada uno de los liceos. Según los datos recabados, la violencia física ocasional afecta a unos 80 estudiantes por centro, mientras que la violencia física alta se manifiesta en cinco estudiantes en el primer liceo y en dos en el otro.

El factor de la repetición

Más allá de esto, la investigación señala que la condición de repetidor, así como la edad y el género de los estudiantes, está relacionada con el tipo y la frecuencia de las conductas violentas. En este sentido, establece que la tendencia a agredir disminuye a medida que mejora el rendimiento, mientras que la condición de ser promovido está correlacionado con la posibilidad de ser víctima de violencia simbólica directa. Dicho en otras palabras, el estudio establece que los estudiantes que repiten el año son más propensos a ejercer bullying que los que promueven. En tanto, los mejores alumnos son más proclives a padecerlo.

De hecho, la investigación arroja que los promovidos sufren más baja violencia simbólica directa que los repetidores, pero el triple de hostigamiento que estos (9,1% frente a 3,3%). Por otro lado, concluye que de trece estudiantes que hostigan verbalmente a sus compañeros todos los días o varias veces a la semana, ocho son repetidores.

El estudio también revela algunos datos reveladores del sistema de enseñanza. Entre ellos, enseña que existe una "marcada" correlación entre el rendimiento y el turno del liceo: el de los alumnos que asisten al turno matutino es mayor que el de los que concurren al turno vespertino. Mientras que en el matutino 53,7% de los alumnos de ambos liceos tiene un nivel aceptable, en el turno vespertino este nivel alcanza 46,3%. En tanto, 57,7% de los estudiantes de los turnos matutinos obtiene un nivel destacado, cuando entre sus pares de los vespertinos solamente llega a este nivel el 42,3%.

A su vez, los alumnos que repiten los cursos tienden a concentrarse en el turno vespertino. Según los datos recabados, mientras que en la tarde 27,7% de los estudiantes son repetidores, en la mañana lo son solamente el 15%.

Al respecto, los investigadores concluyen que "la concentración de repetidores en los turnos vespertinos y la mera existencia de la condición de repetidor hacen pensar que el sistema educativo en su forma de funcionamiento condiciona la existencia de estos fenómenos, desde que el estudiante es evaluado y asignado a determinado liceo y turno".

Por otro lado, señalan que el sentido de la repetición y la asignación de los jóvenes a liceos sin criterio pedagógico deben ser dos temas a revisar de la política educativa. "El alto número de repetidores y de estudiantes extra edad que se encontró en ambos liceos ya condiciona el clima del centro educativo antes de que las interacciones entre sus actores den comienzo".

El rol de los docentes

El trabajo también analiza el rol de los docentes en los episodios de violencia. En este sentido, arroja que la presencia de los profesores no inhibe los episodios de hostigamiento, ya que los estudiantes tienen una percepción negativa sobre ellos. De hecho, el aula es el espacio donde estos episodios se dan con más frecuencia. Los autores advierten que esto tiene que ver con las condiciones de trabajo de los docentes, el tamaño de los grupos y el sentido que se le otorga a la autoridad.

La familia como protección

La investigación señala que el involucramiento que los padres tienen en la vida de sus hijos también es un factor determinante en los niveles de victimización como de agresividad. Al respecto, encontró que la pertenencia a una familia biparental es un factor de protección ante este fenómeno. En tanto, ni las trayectorias ni la ocupación de los padres tiene ningún tipo de relación con la aparición de conductas violentas en los adolescentes.

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