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Los hombres sin techo que ayudaron a las víctimas
Chris Parker estaba en las inmediaciones del Manchester Arena el lunes 22 de mayo, cuando la cantante pop Ariana Grande realizaba en ese estadio un multitudinario concierto; era el lugar adecuado para que estuviera un hombre que vive en la calle, porque allí había mucha gente a quien podía pedirle dinero. Stephen Jones, en tanto, dormía cerca del lugar. Ambos se convirtieron en héroes inesperados luego del ataque terrorista que dejó 22 muertos y 59 heridos.
Parker y Jones son ahora parte de la conversación en redes sociales, donde se los alaba por su coraje y generosidad a la hora de ayudar a personas heridas.
A Parker, de 33 años, la onda expansiva de la bomba que explotó en una de las entradas del lugar, lo dejó tirado en el piso. En vez de buscar refugio comenzó a ayudar a las víctimas. En el lugar se habían reunido más de 20.000 fans de la cantante, la mayoría niños y adolescentes.
Según informaron medios locales, el hombre ayudó a una niña que había perdidos sus piernas y la envolvió en una remera de las que se vendían en los alrededores del estadio como merchandising; además intentó ayudar a una mujer que tenía heridas en su cabeza y piernas, quien murió en sus brazos. "Tenía unos 60 años y había ido con su familia. No he podido parar de llorar", le dijo Parker a la agencia AP.
Jones, de 35 años, comenzó a retirar clavos (que formaban parte de la bomba) de brazos y rostros de niños y adolescentes heridos. "El hecho de que viva en la calle no significa que no tenga corazón, o que no sea humano", declaró a ITV News. "Me gustaría pensar que alguien me ayudaría si lo necesitara". Y continuó: "eran niños. Muchos niños cubiertos de sangre, llorando y gritando".
Luego de conocerse su historia se generó una iniciativa en el sitio web GoFundMe para reunir dinero para Parker. Hasta este miércoles se llevaban recolectadas 35.000 libras (unos US$ 45.000). El hombre vivía en la calle desde hace un año.
Algo similar se hizo para Jones, en el sitio de JustGiving, donde ya se había donado más de 35.000 libras.
