"Suelen ser más prejuiciosos, es más complicado acercarse a ellos si tienes una imagen que difiere de la suya. Tienen una necesidad de inmediatez, por lo que eliminan a aquello que no les encaja sin profundizar, no dan una oportunidad que acabe con los prejuicios", explica Merche Aranda, directora del Máster de Desarrollo Directivo, Inteligencia Emocional y Coaching de la Escuela de Negocios de España.
La managing director de BPI Group, Elisabeth Roux, advierte que "los primeros diez segundos son fundamentales en cualquier nuevo contacto. En un proceso de selección y de promoción, tanto lo que se lleva puesto como la apariencia física son factores fundamentales a tener cuenta. Lo de 'sólo hay una oportunidad para dar buena impresión' se cumple 100%".
Sin embargo la profesora de recursos humanos en la Universidad Abierta de Cataluña, Eva Rimbau, cree que "existen estereotipos tanto positivos como negativos, pero en cualquier caso son todos injustos, porque juzgan a una persona a partir de creencias previas estandarizadas y simplificadas sobre el grupo al que pertenece". Lo peor es que, a veces, estos prejuicios nacen de forma inocente. "Si nadie reacciona a un comentario tipo broma, se avanza hacia comportamientos más agresivos o discriminatorios en los que la persona o el grupo estereotipado sale claramente perjudicado. Eso puede dañar el ambiente laboral, la capacidad de trabajar en equipo y la colaboración", advierte Rimbau
Por otro lado, el profesor de dirección de personas de Deusto Business School, Jon Segovia, va más allá de la mera apariencia y diferencia entre el físico y el estereotipo, "que a veces puede ser de carácter psicológico. Conviene separar ambos conceptos". Segovia cree que el problema surge cuando "tu identidad o forma de ser rompe con las normas establecidas. Hay determinadas cosas que tienes que adoptar si quieres pertenecer a determinada tribu".
El espíritu gregario del ser humano se impone también en el mundo laboral pero con el permiso de los estereotipos, no todos somos hormigas laboriosas. Arancha Ruiz, cazatalentos, especialista en marca personal y autora del libro Qué busca el headhunter, asegura que en muchas organizaciones se crean dinámicas de Juego de Tronos, luchas de poder, resistencias al cambio o tan sólo diferencias de opinión sobre el liderazgo y la estrategia: "Los estereotipos más típicos los asociamos a tatuajes y hipsters, pero también sirven para agrupar a personas en 'ellos' y 'nosotros': ¿eres de la vieja guardia o de los nuevos?, ¿vas de experimentado o de seguir los nuevos modelos de trabajo?".
Desde una perspectiva personal, Ruiz recomienda "cambiar la apariencia que influye negativamente en el trabajo siempre que impida mostrar el talento real del profesional. No hay que confundir lo auténtico con lo práctico ni la esfera pública y la privada. Si estamos en un entorno profesional debemos ayudar a nuestros clientes y compañeros a identificar nuestro valor, y la apariencia debe ayudar, no frenar". Roux también cree que si el aspecto influye de forma negativa en la esfera profesional, "hay que actuar inmediatamente y corregir". Por otra parte, Segovia insiste en la necesidad de los estereotipos psicológicos: "Esa diferencia en el carácter es lo que hace que los equipos de trabajo estén equilibrados y funcionen".
Los 'Millennials' son malcriados y con derecho a todo; la 'Generación X' escépticos y negativos; los 'Baby Boomers' viven para trabajar; y los 'Tradicionalistas' se pierden con la tecnología. Un estudio realizado por Sodexo, a partir de una encuesta a más de 4.000 personas en Estados Unidos, India, Brasil, Francia y Polonia en 2016, demuestra que esas generaciones tienen mucho en común. Peter Capelli, experto generacional y director del Wharton School's Center for Human Resources, asegura que "las diferencias en el lugar de trabajo no son generacionales. Cuando los trabajadores inician sus carreras quieren cosas distintas, en particular, la oportunidad de aprender y de progresar. A la mitad de su vida laboral, por una razón de necesidades familiares, requieren dinero y estabilidad; y al final, cosas que los enriquezcan en el ámbito personal".
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá