Médicos recién egresados robaron insumos del Hospital Maciel para festejar su recibimiento

Los estudiantes de medicina volvieron a dar que hablar en su último festejo de recibimiento. En este caso, un grupo de 20 personas robó elementos de la enfermería del Hospital Maciel, ubicado a pocas cuadras de la zona, para llevar a la fiesta que se realiza todos los años en el Mercado del Puerto, en la Ciudad Vieja. Así lo informó este lunes el diario El País y confirmó El Observador.

Las bolsas de drenaje, que en una clínica suelen cargarse con orina, fueron usadas para transportar cerveza helada. Los tubos del suero sirvieron de sorbitos para poder beber. Algunos alumnos llevaban puestos pañales para adultos encima de sus pantalones. Y los compuestos de ciertas medicinas líquidas lo mezclaron con harina para generar un engrudo y ensuciarse unos a otros.

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"Dos días después de los festejos, un grupo de 20 estudiantes se acercó hasta el hospital y se hizo responsable de lo sucedido. Asumieron los costos, que en total fueron $ 32 mil. Se los veía realmente muy arrepentidos y avergonzados", explicó a El Observador Álvaro Villar, director del Hospital Maciel. Según detalló, el mismo día que se produjo el robo, el área de enfermería tomó conocimiento del faltante y se le reportó enseguida a la dirección del centro. El hospital le trasladó la factura de los elementos hurtados a la Facultad de Medicina y, al cabo de 48 horas, aparecieron los responsables.

"Es una situación lamentable e inadmisible, pero no podemos generalizar, de 800 alumnos participaron solo 20. Es la primera vez que sucede algo de este tipo", apuntó Villar.

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Si bien esto nunca había pasado en el Maciel, sí hubo excesos en el hospital de Clínicas en 2015. Esa vez, en medio de los festejos se robaron el cadáver de un paciente recién muerto. La emergencia estaba casi a tope de consultas cuando un estudiante que hacía la guardia se llevó en una camilla el cuerpo de una persona que había fallecido hacía menos de 15 minutos. Y lo trasladó hasta el cuarto de internos donde otros ocho alumnos bailaban, fumaban y tomaban alcohol con luces psicodélicas que ambientaban el lugar.

Villar cuestionó la actitud que la ciudadanía demuestra frente a los bienes públicos. "Este es el punto más delicado del asunto: cómo enseñamos a la sociedad a cuidar los bienes públicos que, en este caso, se destinan a pacientes enfermos", criticó.

Dijo que a él le consta que las autoridades de la facultad repudian esta situación. Sin embargo, el hospital no tiene competencia para iniciar una investigación ni para suspender a los estudiantes implicados. "Eso le compete a la facultad. Ellos tienen su comité de ética y nosotros no incidimos allí", aclaró. El Observador intentó comunicarse con el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Tomasina, pero no obtuvo respuesta.