Eres tú, de Mocedades, y
La Bamba, de Los Lobos, son los dos únicos temas cantados completamente en español en entrar al ranking musical estadounidense de los diez más populares. Resulta muy poco para una historia ya larga. La primera canción llegó a la novena posición en 1974, y la segunda estuvo tres semanas en el primer lugar en 1987.
Otras dos tuvieron mucho éxito,
Macarena (1996), de Los del Río, y
Despacito, la cual, interpretada por Luis Fonsi y
Daddy Yankee (con Justin Bieber), batió el año pasado todos los récords habidos y por haber. Va camino a tener cinco mil millones de visitas en YouTube, con un promedio de 5. 500.000 de nuevas entradas diarias. Sin embargo, las versiones de
Macarena y
Despacito que fueron populares en el mercado estadounidense incluyen partes en inglés. Sorprende que en un país con 41 millones hablantes de español (doce millones de los cuales son bilingües) sean tan pocas las canciones en ese idioma que han tenido difusión nacional, aunque, verdad sea dicha, las cosas están cambiando.
Esta semana, miles de jóvenes nacidos en Iberoamérica pero que llegaron a EEUU con sus padres cuando eran niños fueron a Washington a protestar ante el congreso para que se apruebe una nueva ley que ampare a quienes hasta ahora han estado residiendo bajo el programa
DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) y puedan conseguir permiso de residencia permanente sin ser deportados. Para ellos, el idioma español es su primer país, el que escucharon en su casa durante la infancia, y su permanencia en la Unión Americana servirá para aumentar el número de hablantes, y convertirla, antes de lo esperado por la mayoría blanca, en nación bilingüe.
El próximo domingo 28, en homenaje a una realidad lingüística irreversible, los premios
Grammy tendrán a
Despacito como protagonista principal de la noche. Es un hecho histórico para una ceremonia en la cual el inglés ha sido hasta ahora el idioma oficial. Para los millones de hispanos que viven en ese país, será una forma de afirmación de la identidad y de confirmación que muy despacito las cosas han ido cambiando, y que algún día será mayor el número de canciones en español que las radios difundirán.