Daniel Mella en Narrativa nativa<br>
Dani Umpi en narrativa nativa<br>
Felipe Polleri en <i>Narrativa nativa</i><br>
Marcedes Estramil en <i>Narrativa nativa</i><br>
Rodolfo Santullo en Narrativa Nativa<br>

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Narrativa Nativa le pone rostro a la literatura uruguaya contemporánea

A través de fotografías inusuales, el libro pretende recuperar el retrato y el imaginario de los narradores que plasman el Uruguay de hoy
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19 de mayo de 2018 a las 05:00
Se escucha el nombre y la imagen aparece de golpe, incontrolable. Un relámpago de información ilumina la parte del cerebro donde se alojan los recuerdos y expone, ante esa luz blanca, un bigote, un párpado caído, un rostro triste ligeramente inclinado hacia un lado. Son pequeños elementos que, por peso histórico o repetición, quedaron anclados en el imaginario colectivo de la literatura. Juntos, esos datos pictóricos desparramados conforman un retrato o una fotografía icónica que resume años de letras en un solo rostro. Sucede, por ejemplo, con el bigote poblado que domina la cara risueña de Gabriel García Márquez; las tétricas facciones de Edgar Allan Poe; la androginia de Oscar Wilde.

Cerrando fronteras a la literatura uruguaya, los retratos de autores autóctonos también tienen un lugar preponderante en la iconografía cultural, al menos aquellos que fueron claves para el desarrollo de las letras que crecieron en este suelo. Basta pensar, por ejemplo, en la montura negra de los lentes de Juan Carlos Onetti, en la filosa expresión de Horacio Quiroga o en la tristeza que emanan las fotografías que todavía quedan de Juana de Ibarbourou.

Todos estos autores –claves, imperecederos– tienen un aspecto en común: a pesar de que siguen marcando e influenciando las pulsiones del mundo artístico, representan la identidad de un Uruguay que se fue. Aquel país que pintaron esas generaciones anteriores cambió. Hoy, las calles que el uruguayo pisa tienen identidades modificadas, idiosincrasias que heredan elementos viejos, pero que también suman otros nuevos y los anexan a su catálogo.

En ese ámbito, la literatura uruguaya contemporánea, en especial la narrativa que retrata –por irónico que parezca– al Uruguay actual o reciente, no tiene retratos. El álbum fotográfico de los autores no tiene una imagen destacada de Mario Delgado Aparaín. Tampoco de ninguna de las Mercedes, ni Estramil, ni Rosende. "Los crueles", aquellos escritores que a fines de 1990 y principios de los 2000 incomodaron al lector con potentes imágenes del Montevideo más duro y sucio, tienen nombres, tienen letras, tiene premios, pero no tienen rostros. Al menos, no en el imaginario popular, no uno que represente sus universos, sus contextos.

En la era de internet, de la imagen, no hay fotografías representativas. Quizá algunas de Mario Levrero con su musculosa blanca, o algunas producciones para publicaciones periódicas o diarios –la foto de Gustavo Escanlar metido en una bolsa de cadáveres para la revista Freeway, por ejemplo–, pero no mucho más.

Y por eso, para saldar deudas de identidad y estética llega Narrativa nativa, un libro que presenta al autor y a sus universos fusionados en una fotografía pensada para ilustrar y permanecer. Y, sobre todo, para impulsar la obra de los narradores que están contando el Uruguay de hoy.

Perdidos en la era de la imagen

Arrancó en un baño. En el marco de una de las primeras ediciones del Filba en Montevideo, a Agustín Acevedo Kanopa –escritor y periodista– lo habían invitado a leer en vivo. El escenario era una antigua casa y en cada habitación leía un autor. A él le había tocado el baño.

En el mismo evento, Mauro Martella –fotógrafo– estaba retratando a los autores que pasaban por el festival. Cuando se encontró con Acevedo, este le comentó que tenía ganas de inventar un poco, de innovar en esa fotografía que le tocaba. Se puso una toalla en la cabeza y ese fue el puntapié.

Pasaron los meses, hasta que en un momento Acevedo pensó que sería una buena ideacontinuar con esa línea y crear un proyecto que reuniera a los autores con sus retratos, pero pensados y producidos de una forma que en Uruguay no fuera frecuente. Para ello tomarían elementos de la propia obra del autor para crear una iconografía particular. Para completar el equipo de trabajo, reclutaron a Lucía Germano, periodista y crítica, que además ya había trabajado en otros proyectos de gestión editorial. Cuando todas las partes estuvieron fusionadas y con algunas fotos ya producidas, se presentaron a los Fondos Concursables. Y ganaron.

Tres años después, aparece Narrativa nativa, el hijo de aquella idea. El libro, editado por Estuario, es un catálogo con 38 autores, cada uno con su ficha y una imagen que corresponde y se gesta en su propio universo narrativo.

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Para la foto de Henry Trujillo los autores buscaron una fábrica abandonada
Para la foto de Henry Trujillo los autores buscaron una fábrica abandonada

"Hay tantas fotos en esta época que es difícil separar la paja del trigo. Es muy difícil concebir a una foto como un ícono o como parte de una iconografía. Todo es demasiado, muy banal, se sacan fotos en cualquier situación. Nos parecía bueno buscarle una vuelta diferente. No iba a ser suficiente buscar la foto del autor con una pose que estuviera buena, fuimos por más", comentó Acevedo Kanopa.

Germano agregó: "Pensamos que ante la sobresaturación de imágenes, es difícil recordar una. Entonces, el libro sirve para rescatar una foto que sea realmente llamativa y que quede en la memoria".

Los procesos de producción del libro incluyeron, obviamente, una lectura exhaustiva de las obras de los autores que lo componen, entre los que se encuentran Gustavo Espinosa, Milton Fornaro, Mercedes Estramil, Ana Solari, Carolina Bello, Daniel Mella, Delgado Aparaín y varios más. Como el trabajo era demasiado titánico para que lo abarcaran solo Acevedo y Germano, reclutaron a críticos jóvenes y escritores que los ayudaron a escribir las fichas de cada autor.

Las fotos, en cambio, las trabajaron junto a cada uno de los escritores. Para Martella, responsable de las fotografías, fue una sorpresa encontrar que algunos autores no tenían ni una sola imagen disponible en internet. "Cuando arrancamos empecé a googlear a muchos de estos nombres, sobre todo a quienes no les conocía la cara, como a Espinosa o Henry Trujillo. Me sorprendí, porque realmente son muy pocas las fotos que encontrás, sobre todo con aquellos que están por fuera de las redes sociales".

Además del trabajo de traducción de cada imaginario a la foto de cada autor, hubo un elemento que quisieron impulsar, uno que suele estar ausente: la teatralidad.

Germano agregó: "Pensamos que ante la sobresaturación de imágenes, es difícil recordar una. Entonces, el libro sirve para rescatar una foto que sea realmente llamativa y que quede en la memoria".

Escritores/actores/escritores

Leandro Delgado entre las vacas, pintado completamente de rojo. Rodolfo Santullo, en cuclillas sobre un cadáver. Daniel Mella, abriéndose el pecho. Ana Solari, en las alturas de una biblioteca. Para Narrativa nativa, los autores debieron salir del molde tradicional de las fotos y posar de formas diferentes, originales. Muchos tuvieron que someterse a experiencias un poco incómodas, como le pasó a Delgado (el cuerpo entero pintado) o a Horacio Cavallo (mojado en los humedales). En definitiva, los escritores, por un rato, tuvieron que ser actores. Y eso, desde el principio, fue algo que Acevedo, Germano y Martella quisieron proponer.

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Leandro Delgado, en pleno proceso de pintura para la foto
Leandro Delgado, en pleno proceso de pintura para la foto

"La literatura uruguaya está pasando por una transición que apunta a exponerse y a mostrarse mucho más. Los narradores se están jugando más. Tal vez hace unos años no podríamos haber hecho el libro. Ahora, ellos están más acostumbrados a exponer su cara y no ser solamente un nombre impreso", explicó Germano.

Y por eso, para saldar deudas de identidad y estética llega Narrativa nativa, un libro que presenta al autor y a sus universos fusionados en una fotografía pensada para ilustrar y permanecer. Y, sobre todo, para impulsar la obra de los narradores que están contando el Uruguay de hoy.

Acevedo fue un poco más lejos. Para él, la fotografía de escritores en Uruguay ha pecado de un excesivo naturalismo, y eso hizo que el medio se homogeneizara demasiado. "La literatura uruguaya tiene grandes fotos, pero todas son realistas, naturalistas. Es muy raro encontrar un autor que cambie. Las que difieren, quedan. Pienso en la de Escanlar, que me parece brillante y además, profética. No se le puede pedir más a una foto", dijo.

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Horacio Cavallo en los humedales de Santa Lucía
Horacio Cavallo en los humedales de Santa Lucía

Narrativa nativa tiene algunas ausencias, pero eso sus autores lo saben. Saben, también, que con más recursos la lista de escritores sería más larga, pero están satisfechos con un trabajo que pretende ser una guía para lectores que todavía no hayan desembarcado en las letras uruguayas contemporáneas, y también para quienes las disfrutan desde hace rato. Y, cómo no, un álbum de fotos que quede como referencia iconográfica.

"El libro es un catálogo. No quiere ser canon porque faltan autores, pero es una buena guía. Más que nada, queremos despertar interés. Estamos en un momento de efervescencia de la narrativa uruguaya por la cantidad de autores, por su calidad y por un momento editorial muy fuerte", comentó Germano. Y añadió: "La literatura uruguaya, que siempre fue de los raros y un poco lo sigue siendo, tiene cada vez mayor calidad. Poder difundirla, que trascienda fronteras, que sea una puerta de entrada a ella, eso pretendemos".

El detrás de escena de tres fotos


Mercedes Estramil

Una de sus novelas se llama Irreversible. Como transcurre, en parte, en un hotel, Estramil quiso hacer su foto en uno de alta rotatividad. "Fuimos un domingo temprano, recorrimos las habitaciones y encontramos una muy similar al estilo de su narrativa. Nos pasó algo insólito, porque nos querían cobrar por hora y por persona. Fue una de las fotos más caras", dijo Mauro Martella.

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Rodolfo Santullo

"Fue una foto muy problemática por el clima. Queríamos sacarla con lluvia, pero cada vez que llegábamos, paraba. La iluminamos con focos de autos y una linterna. Mauro es muy profesional con la iluminación y quería darle ese toque con los focos", comentó Lucía Germano. El muerto es Agustín Acevedo.

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Felipe Polleri

"En todas sus obras hay bichos, cosas raras y siempre lo asocié con Kafka. Sin embargo, en Kafka hay angustia ante lo raro y en Polleri los bichos son producto de la deshumanización o la angustia. La idea de algo que crece y se transforma nos parecía que quedaba bien clara con esos frascos con bichos. La idea de tener el mal enfrascado allí", señaló Agustín Acevedo.

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Presentación

Narrativa nativa tuvo su primera presentación oficial en la Feria del Libro de Buenos Aires. Los autores, que viajaron hasta la capital argentina, estuvieron acompañados por algunos de los escritores que aparecen en el tomo.

Backstage

El epílogo del libro tiene varias fotos del detrás de escena de cada fotografía, junto a datos sobre el lugar o la fecha. Con complejidades diferentes, cada una de ellas tiene una historia que contar.

Narrativa Nativa

De: Agustín Acevedo Kanopa, Lucía Germano, Mauro Martella
Editorial: Estuario
Páginas: 108
Precio: $ 580

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