Samsung anunció la suspensión total de la producción de su último modelo
Galaxy Note 7, debido a los riesgos de explosión de las baterías. Con tanto revuelo, poco se ha hablado del impacto ambiental que supone la disposición final de 2,5 millones de aparatos.
Un portavoz de la empresa dijo al sitio especializado Motherboard que no se repararían, mejorarían o revenderían ninguno de los dispositivos de este modelo. "Hemos iniciado un proceso para desechar todos los teléfonos de forma segura", afirmó en un comunicado. Los Note 7 irán, directamente, a la basura.
El problema es el siguiente: si bien los smartphones no pesan nada, se requieren cerca de 74 kilos de materias primas para la fabricación de un dispositivo medio. El Note 7 eleva la cifra hasta 226 kilos por tratarse de uno de los dispositivos de mayor tamaño y más avanzados del mercado.
Muchos de los metales, especialmente los considerados "raros", son dañinos si llegan al subsuelo o a cursos de agua y, además, no pueden ser reciclados; su extracción supone procesos agresivos con el
medio ambiente. Los materiales que sí pueden ser recuperados no tienen demasiado valor, por lo que resulta más provechoso y adecuado ampliar su vida útil que desmontar el celular y aprovechar sus piezas para fabricar otros productos.
Componentes
De un smartphone con un peso medio de unos 100 gramos, las técnicas de tratamiento actuales permiten extraer 62 gramos de plásticos –propileno, poliestiereno y policarbonato, entre otros– y 25 gramos de metales, sobre todo, aluminio y cobre. El aparato también contiene 0,0008 gramos de metales preciosos recuperables –entre ellos oro, plata y paladio–, lo que significa alrededor de ocho gramos por cada tonelada de residuo tecnológica, según un informe de la plataforma Recyclia.
226 kilosLa fabricación de un Note 7, aunque cada uno no llega a pesar más de 200 gramos, requiere cerca de 226 kilos de materias primas. Esta cantidad incluye la extracción de materiales, los desechos de la minería y el agua dulce contaminada en el proceso.
La batería en cuestiónAlex King, del Departamento de Energía de EEUU, señaló al diseño del móvil como uno de los problemas. "Piensen en lo fácil que habría sido gestionar los problemas del Note 7 si se hubiera podido extraer la batería", afirmó.
La razónSamsung admite que algunas partes de la batería que nunca debieron entrar en contacto sí lo hicieron debido a un "muy inhabitual error en el proceso de producción". La carrera hacia mejores resultados para incrementar la autonomía de la batería, en un mercado muy competitivo, puede conducir a resultados inesperados.
Metales rarosEn el proceso de reciclaje se pierde el indio –usado en las pantallas táctiles–, el neodimio –presente en los parlantes– y el cobalto –usado en la fabricación de las baterías–.