La risa más ruidosa y gestual, la que es a carcajadas, no es solo una reacción física a algo que puede parecernos gracioso. De hecho, es un comportamiento que ha cumplido una función muy importante para los humanos a lo largo de su evolución.
El sitio
Scienceline repasa diferentes estudios acerca de por qué nos reímos. En particular, se menciona el trabajo del neurocientífico de la Universidad de California
Vilayanur Ramachandran, quien investigó la risotada en un
paper publicado en 1998. Su teoría, hoy considerada la mejor suposición en neurociencia sobre los orígenes evolutivos de la risa humana, indica que este comportamiento cumplía la función de alertar a otros de "falsas alarmas", dice el artículo publicado por
William Herkewitz.
Si una persona se resbala con una cáscara de banana, se pega en la cabeza y empieza a sangrar hasta morirse, no vas a reírte. Pero si solo se cae, lo hacés. El primer caso es de daño real. El segundo es una falsa alarma", dice Vilayanur Ramachandran
Es decir, si un humano primitivo se encontraba con lo que creía que era una serpiente peligrosa pero terminaba siendo un palo, se reía fuerte. "Al reír se comunica: 'Todo está bien'", dice Ramachandran.
La risa, entonces, tiene que dejar en claro la categoría de "falsa alarma" al grupo social. Por eso es ruidosa y explosiva: para ser escuchada por todos, agrega el investigador. Esto también explica por qué la risa es contagiosa.
Según Ramachandran, en tiempos modernos, esta teoría se aplica perfecto al chiste de cáscara de banana: "Si una persona se resbala con una cáscara de banana, se pega en la cabeza y empieza a sangrar hasta morirse, no vas a reírte. Pero si solo se cae, lo hacés. El primer caso es de daño real. El segundo es una falsa alarma".