A veces hay tocan esos fines de semana que cuando vienen torcidos, difícilmente se puedan enderezar. Aunque en el caso de
Mauricio Lambiris (Ford) siempre se puede esperar un milagro acostumbrados por sus asombrosas remontadas.
La tercera fecha del Campeonato Argentino de TC disputada en el autódromo de San Luis dejó no solo un sabor amargo por los constantes problemas mecánicos sino porque además, el uruguayo terminó el fin de semana con la muñeca derecha fracturada.
No arrancó bien en la clasificación con una bujía cortada y quedó condenado al lugar 25. Por lo tanto, otra vez a remar en la serie. El uruguayo fue al lugar noveno de la grilla de la primera serie con la mente puesta en comenzar la clásica remontada, pero no pudo ser. Otro problema si se quiere insignificante le obligó a abandonar. Se cortó un tornillo de la palanca de cambios.
Con un panorama adverso pero sin bajar los brazos, Mauricio Lambiris colocó su Ford en el último casillero de la grilla de la final y nuevamente apretó los dientes.
Se mandó una gran final... hasta faltando tres vueltas, cuando se rompió el motor. Hasta allí, la carrera era soberbia pues había logrado superar a 20 autos y ponerse en zona de puntos. Pero el motor explotó y el que después explotó fue el piloto que tras bajarse del auto le dio un puñetazo a la puerta para descargar la bronca, la amargura, con saldo aún más negativo: se fracturó la muñeca de la mano derecha