Al menos 30 personas murieron y otras 80 resultaron heridas por un doble atentado reivindicado por los insurgentes talibanes en Kabul. El ataque ocurrió en frente a un anexo del Parlamento afgano cuando la mayoría de los empleados salían del complejo administrativo.
El portavoz talibán Zabihulá Muyahid aseguró que las explosiones tenían como objetivo un vehículo perteneciente a la principal agencia de inteligencia de Afganistán.
Un guardia de seguridad del edificio, identificado como Zabi, explicó a la AFP que el primer atentado fue obra de un kamikaze. "Se acercó a pie a los empleados que salían de las oficinas e hizo estallar su carga entre la multitud", afirmó.
La segunda explosión, por su parte, ''fue un coche-bomba, que estaba aparcado al otro lado de la carretera y que me arrojó hacia atrás cuando detonó", agregó.
Un fotógrafo de la AFP, que se encontraba en el lugar, presenció escenas de devastación: zapatos cubiertos de sangre y escombros, un edificio en llamas
A pesar del inicio del invierno, estación en la que se suelen disminuir los enfrentamientos en Afganistán, los talibanes prosiguen su campaña de atentados en todo el país, mientras flaquean los esfuerzos internacionales para iniciar conversaciones de paz.
Los intentos para lanzar negociaciones con los talibanes fracasaron y se espera que luego del invierno comience una nueva temporada de violentos enfrentamientos.
El martes por la mañana, un kamikaze mató a siete personas al hacerse estallar en Lashkar Gah, la capital de la volátil provincia de Helmand, en el sur del país, informó el jefe de la policía local.
Estos ataques incrementan la preocupación sobre la creciente situación de inseguridad en Afganistán, donde unos 10.000 soldados estadounidenses ayudan a las fuerzas afganas a combatir a los insurgentes talibanes, además de a los combatientes de las organizaciones yihadistas Al Qaida y Estado Islámico.
Afganistán aplaudió la semana pasada la decisión del Pentágono de desplegar más de 300 marines en Helmand, donde las tropas norteamericanas habían participado en intensos combates hasta que su misión finalizó en 2014.
Los marines llegarán a esa región productora de opiopara cooperar con una misión dirigida por la OTAN en el entrenamiento de fuerzas afganas. Su ayuda es considerada como una muestra más de las fuerzas extranjeras que regresan al país a medida que el conflicto se agrava.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá