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Ángel Cabrera: “Yo siempre pensé que podía ganar un Major”

El cordobés recibió a El Observador en Argentina y concedió una entrevista en la que habló de sus títulos, de su amistad con el Gato Romero y de la ayuda que recibió de Ballesteros en Augusta
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30 de diciembre de 2013 a las 20:37

Ángel Cabrera nació el 12 de setiembre de 1969 en Villa Allende, Córdoba. Sus inicios en este deporte fueron como caddie en el Córdoba Golf Club de Villa Allende, club originario de otro exitoso jugador de golf argentino, Eduardo Romero, quien sería su mentor.

Se convirtió en profesional a los 20 años, posee dos títulos Majors: el US Open en 2007 y el The Masters en 2009. El Pato, como lo llaman sus amigos, es el único golfista latinoamericano en ganar dos torneos “grandes”.

Muy gentilmente Cabrera recibió a El Observador en Argentina.

¿Un resumen de 2013?
La verdad es que fue un buen año. Venía de dos años flojos, y creo que a partir del Abierto de la República (Visa Open Argentina 2012) del año pasado, mi golf cambió, me dio mucha confianza esa semana y mejoré. Jugué torneos muy buenos, otros por ahí. Yo creo que fue positivo el año.

¿Habla de un cambio? ¿Lo introdujo en su juego?
Sí, yo creo que el año pasado en este torneo tuve una gran semana. Hacía rato que no jugaba cuatro vueltas (65, 70, 71 y 64) muy parejas, sobre todo la última vuelta: fue una gran vuelta y eso obviamente me dio mucha confianza y a la siguiente semana volví a ganar en Córdoba y ya después encare el año con otra actitud.

¿Cuál fue la sensación de su mejora y en que radicó?
Fue el primer día de juego. Como te dije, no había tenido un año bueno. Si bien hacia buenas rondas, otras se me escapaban. Tenía dudas, no estaba cómodo y el primer día realicé una gran vuelta, pegué bien e hice un buen score (65 golpes) y eso me dio mucha confianza. Si bien los resultados no se dieron, le pegué muy bien durante el año.

¿Tiene alguna otra meta en lo que le queda de carrera?
Sí, obviamente, metas siempre hay, siempre está la ilusión de seguir ganando torneos grandes, campeonatos importantes, y seguir estando bien. Yo creo que ganar siempre es importante, pero ganar cosas grandes sirve más.

¿Tiene ganas de ganar el The Open?
Yo siempre pensé que podía ganar un Major. Yo pensé que ganaría ese Major antes de ganar el US Open o The Masters, porque jugaba en Europa, conocía mucho las canchas escocesas. Acá en Argentina cuando empecé jugué en muchas canchas parecidas, con mucho viento, donde hay que manejar la pelota, pensé que tenía muchas más chances de ganar un British Open que otro Major. Pero bueno, me tocaron estos dos (US Open –junio 2007–) y The Masters –abril 2009–)y yo creo que si viene otro, el que sea será bienvenido.

¿Qué significa para usted tener a toda Latinoamérica detrás cuando usted juega un Major?
Sí, obviamente, el apoyo de la gente, yo directamente me doy cuenta. Yo sé cuándo me paro en el tee del 1, primero soy cordobés, (risas), argentino y obviamente latinoamericano. Yo sé que hay mucha gente que está pendiente de lo que yo pueda hacer.

¿Cómo ve al golf latinoamericano?
Muy bien, creciendo.

¿Qué opinión tiene respecto a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016?
Que al deporte golf lo hayan metido en los Juegos Olímpicos es muy importante: ojalá tenga éxito y pueda seguir el golf en las olimpíadas. Es muy importante.
En Brasil el golf no es muy popular y eso me da un poco de dudas porque no sé si esto va a seguir para adelante. Ojalá que salga todo bien para que el golf en Sudamérica siga creciendo porque eso va a ayudar muchísimo.

¿Tiene ganas de jugar en los Juegos Olímpicos en 2016?
Yo siempre tengo ganas de jugar, y sobre todo de representar a mi país. Siempre me gustó representar a Argentina cada vez que pude. Jugué varios Campeonatos del Mundo, varias copas Dunhill: todo lo que puedo hacer por representar al país me gusta.

¿Cuál es la cancha que más le gustó en el mundo?
Hay canchas muy buenas, la verdad que en Estados Unidos hay campos muy buenos, en Europa también. Yo tengo mi corazón en Villa Allende. Augusta National es una de mis preferidas, no solo por lo que es, sino que es todo perfecto. Llegás el lunes, ves que está todo tan perfecto que no te dan ganas de pegarle al piso para que no se rompa. (risas) Es perfecto.
Hay canchas en Europa muy buenas: me gusta mucho Loch Lomond en Escocia. Hay canchas lindas por todos lados.

Cuando realizó la cena tradicional de campeones, al año siguiente de ganar el The Masters, ¿el menú les gustó a todos?
Sí, obviamente, bife con ensalada y el postre fue panqueques con dulce de leche y helado, vino argentino, todo muy simple.

¿Un amigo en el golf profesional?
El Gato, (Eduardo Romero). La verdad es que viajamos 12 años juntos, salíamos de Villa Allende juntos y regresábamos juntos. Por Europa hemos compartido muchas cosas. Jugamos varios Mundiales juntos, hemos jugado mucho, hemos estado mucho tiempo juntos.

¿Y en el Tour?
Hay compañeros, ya no hay amigos. Son todos compañeros, cada uno cuando pone la pelota en el tee del 1 juega por lo suyo.

Una curiosidad, ¿la chaqueta verde la tiene en Augusta National?
Sí, la tengo que dejar ahí. Pero en algún momento me la voy a traer porque es mía.

¿Cuál fue su mayor satisfacción jugando Presidents Cup? ¿Alguna vez se ve capitán?
Para mí y para todo jugador debe de ser un gran orgullo ser parte de un equipo internacional, con la calidad de jugadores que había, Ernie Els, Adam Scott, todos muy buenos. La verdad que ser capitán, como ustedes saben, me limita mucho por el tema del idioma: sería un poco difícil pero la ilusión siempre está.

¿Por qué piensa usted que su juego se adapta a Augusta National?
Buena pregunta, me la han hecho mucho porque Augusta es una cancha para jugadores que pegan con dro (efecto de derecha hacia la izquierda) y para mí pegar con dro es casi imposible, es muy difícil. Pero no sé, desde la primera vez que pisé Augusta, que fue en el 2000, me sentí tan cómodo y tan bien, que cada vez que voy ahí para mi es algo especial. Cada golpe, cada hoyo lo juego con muchas ganas y mucha pasión.

¿Jugando el The Masters en este 2013 fue muy inspirador llevar a su hijo de caddie?
Principalmente a mí me gusta jugar el The Masters, mi hijo esa semana fue mi caddie, y lo hacemos como tal. En la cancha somos jugador-caddie. Tenemos una muy buena relación, él también es profesional de golf, sabe mucho y me ayuda bastante a tomar las decisiones y yo creo que por eso nos llevamos tan bien.

¿Qué puede decir sobre los consejos de Severiano Ballesteros sobre Augusta National?
Yo tuve la suerte de jugar mucho con Seve en Augusta National. Ballesteros era muy amigo del Gato (Eduardo Romero) yo lo conocí por intermedio del Gato en Europa y de ahí pudimos tener una gran amistad. Cada vez que Seve llegaba a Augusta, yo lo llamaba y le decía que quería jugar con él la ronda de práctica. Salíamos y la verdad que los primeros cuatro o cinco años me ayudó mucho porque él me decía cuidado esto, o este hoyo jugá así. En ese momento quizás yo no le daba la importancia que tenía pero después jugando la cancha y estando en situaciones difíciles me daba cuenta de lo que él me había dicho me venía mucho en la mente.

¿Fue un modelo a seguir?
Para mí fue el mejor, el más grande.

¿Qué recuerda de esa bienvenida de héroe que le dieron cuando llegó del The Masters?
La verdad es que fue algo impresionante, llegar al aeropuerto de Córdoba y ver a todo Villa Allende ahí fue algo increíble porque en Villa Allende hay gente que no juega golf, caso el carnicero, el verdulero, pero sabe de golf, sabe quién soy, conoce al Gato (Eduardo Romero) y se le puede preguntar de golf porque saben pero no juegan golf.

¿El US Open es el torneo donde se encuentra la cancha más difícil?
Los Majors son todos difíciles. Y yo creo que todos los torneos son difíciles. Pero obviamente esas canchas (donde se juega el US Open) las preparan tan difíciles, las ponen tan dura, y además es el US Open y la presión de ese certamen lo hacen más difícil.

¿Cuando gana en Argentina, el mundo golf lo reconoce?
Sí, obviamente, cuando ganás cualquier torneo, en todo el mundo te lo reconocen. El Abierto de Argentina tiene mucha tradición: es uno de los torneos más viejos del mundo; todo el mundo sabe de qué se trata el Abierto Argentino. Yo tuve una gran semana, con una gran última ronda y todo el mundo me felicitaba, me decían lo bien que había jugado y lo bien que uno se puede sentir al ganar el torneo de tu país.

¿Qué opina del juego lento y las diferentes campañas a nivel mundial para mejorar, para que se pueda jugar más rápido?
Yo creo que está bien. Yo no tengo problema, soy un jugador que juega bastante rápido, pero si hay varios jugadores en América sobre todo que son un poco lentos. Creo que está bien que se los controle, que sea justo para todos, yo creo que ayuda para todos.
Lo que pasa es que cada vez se juega más lento porque las canchas son más difíciles. Hay que pensar más.

¿Usted y Andrés Pigu Romero son el último eslabón entre los jugadores que pasan de caddies a profesionales?
Ojalá que no, pero lamentablemente están quedando menos caddies en los clubes. Y eso hace que se complique un poco más. Yo tengo una fundación en Córdoba que ayudó mucho a los caddies: tenemos un grupo de seis o siete chicos que están jugando, les conseguimos invitaciones para jugar torneos, le conseguimos palos, para que no quede en Cabrera o Romero. Ojalá sigan saliendo más. Pero está complicado.

¿Se ve en el Salón de la Fama del Golf?
Estar en el Salón de la Fama debe ser lo máximo para cualquier deportista en el rubro que sea. Obviamente sería un orgullo. Me gustaría, lo dirá el tiempo y la gente que se encarga de eso.

¿Cuál fue el competidor más fuerte al que se ha enfrentado?
Es Cabrera, he sido yo, siempre me ha costado mucho poder dominarme en un campo de golf. Cuando he logrado hacerlo he tenido muy buenos resultados. El más difícil siempre he sido yo mismo.

¿Le hubiese gustado que cuando empezó a competir estuviera instituido el PGA Tour Latinoamérica y tener la posibilidad de entrar en el grupo de los cinco?
Sí, obviamente. Creo que ahora tienen una gran posibilidad. No quiero decir que yo no la tuve, porque estaba en ese momento el Tour Sudamericano que para nosotros era muy bueno. Jugábamos por toda Sudamérica. Un año por terminar como número uno del circuito tuve la posibilidad de jugar en Asia, la gira asiática y eso me ayudó también para cuando llegué a Europa. Llegué a Europa siendo el número uno de Sudamérica. Eso me ayudó mucho también.
Hoy la verdad es que sí, esto que se hace ahora es impresionante. Ojalá los jóvenes lo puedan aprovechar porque es una gran oportunidad que se da para llegar a lo máximo que es el PGA Tour.

¿Cómo está del hombro?
Está bien. Estoy realizando fisioterapia. Empezó a molestar en el The Open 2013.

¿Qué espera para 2014?
Espero lo mejor.

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