El anuncio de Uruguay del inicio de negociaciones con China para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) alteró las aguas del río por el que navega el Mercosur.
La decisión es rechazada por Paraguay, que enseguida salió a manifestarse, y también por Argentina, que se mantiene en silencio y espera que el tema sea formalizado en la cumbre que se realizará entre miércoles y jueves en Asunción del Paraguay.
El miércoles está previsto que se reúnan los cancilleres y ministros de Economía, mientras que el jueves se desarrollará el encuentro de presidentes.
Dado que las reuniones comenzarán bien temprano, las delegaciones tienen previsto arribar al país el día anterior. Todos se alojarán en el hotel Bourbon, ubicado al lado del edificio de la Conmebol donde sesionará la cumbre y se desarrollarán los encuentros. Esa coincidencia hace que el hotel se haya transformado en el escenario ideal para tener reuniones previas, que permitan limar asperezas y buscar coincidencias discursivas para evitar cruces en público.
La cancillería argentina planteó semanas atrás –antes del anuncio de Uruguay del avance del TLC con China– la posibilidad de un encuentro entre Santiago Cafiero y Francisco Bustillo. La fecha que se manejó fue el lunes 18 de julio y nunca llegó a estar confirmada.
Desde la cancillería uruguaya aseguraron que la reunión no se realizará y que la posibilidad aún no oficializada es que el encuentro sea en Paraguay, en el hotel.
Bustillo prevé llegar a Asunción el martes en la mañana. Si bien no hay bilaterales agendadas, el canciller transmitió su disposición a reunirse también con Carlos Franca (Brasil) y Julio Arriola (Paraguay).
Pese a esto, hasta la noche de este viernes la embajada de Argentina en Uruguay seguía trabajando bajo la hipótesis de que el encuentro del lunes era posible
La agencia EFE consignó este viernes un comunicado emitido por la Secretaría de Relaciones Económicas de Argentina que expresa que el estudio de factibilidad deberá ser tratado “hacia adentro” del Mercosur y analizado “por todos los países miembros”.
“La Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales está en etapa de evaluación la decisión de Uruguay de comenzar próximamente conversaciones para suscribir un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, sin la participación del Mercosur”, dice el comunicado, que agrega que Argentina “reivindica la construcción histórica” del Mercosur, que es el Tratado de Asunción “que marca que tiene que tener la participación y el consenso de todas las partes”.
Uruguay, en tanto, sostiene que el Tratado de Asunción no inhibe a los socios de negociar por fuera del bloque y que la decisión 32 del año 2000 nunca fue aprobada por los parlamentos por lo que no está internalizada. En este sentido, Lacalle Pou ha defendido que la negociación bilateral no viola ninguna de las normas ni significa que el país quiera irse del bloque.
La posición de Argentina es similar a la de Paraguay, que se expresó a través del viceministro de Relaciones Exteriores, Raúl Cano Ricciardi, rechazó la decisión de Uruguay. “Nosotros reivindicamos lo que establecen los textos fundacionales del Mercosur como el tratado de Asunción y el protocolo de Ouro Preto, donde se establece que las determinaciones se deben tomar por consenso y que las negociaciones se deben hacer con la presencia de los estados partes”, aseguró en declaraciones al diario Última Hora.
“Paraguay está evaluando este anuncio y, al menos a nuestro nivel, nos mantenemos en nuestra postura, ya que los textos fundacionales están en nuestro ordenamiento jurídico. Lo que hizo Uruguay fue una determinación y no una comunicación en consenso”, expresó.
Sabiendo estas manifestaciones, el gobierno uruguayo se prepara para defender su decisión señalando que se continuará transmitiendo lo que Lacalle Pou viene haciendo en cada uno de los encuentros con los otros mandatarios: que el país tiene una “vocación aperturista” que no choca con su pertenencia al bloque.
En este sentido, el Ejecutivo reiterará su interés por “no avanzar solo” y hacerlo de forma conjunta porque el Mercosur tiene una dimensión demográfica que “pesa”.
Es más conveniente negociar juntos que separados, dirán –palabras más, palabras menos– las autoridades.
En caso que el bloque no quiera –como ha ocurrido hasta ahora–, Uruguay transmitirá que no está dispuesto a quedarse quieto porque tiene la necesidad de abrirse al mundo.
Brasil se ha mantenido en silencio, pero Uruguay confía en que se mostrará como un socio en este tema, ya que recientemente ambos países acordaron una declaración que incluye que trabajarán para lograr la flexibilización del Mercosur.
A su vez, el gobierno de Lacalle Pou se comprometió a apoyar la rebaja del Arancel Externo Común, un tema que Brasil considera prioritario.
Lacalle Pou asumirá la Presidencia Pro Témpore del bloque, la cual coincidirá con el inicio de las negociaciones con China. Desde el gigante asiático ven en esta coincidencia una oportunidad para volver a acercarse con la región e intentar concretar su gran objetivo: un TLC con todo el Mercosur.
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