Bombardeos de la segunda guerra mundial afectaron la atmósfera

Luego de que unos investigadores analizaron los registros diarios de la Estación de Investigación de Radio de Ditton Park, cerca de Inglaterra, pudieron comprobar que las mediciones de la ionosfera tomadas entre 1933 hasta 1996 "contienen marcas de la guerra real”, según dijo Chris Scott autor del estudio y profesor de Física Espacial que recogió CNN.

La investigación se centró en los principales bombardeos de las ciudades alemanas por parte de las fuerzas aliadas y la Royal Air Force entre 1943 y 1945. Las fuerzas aliadas podían transportes grandes bombas en sus aviones de cuatro motores, que pesan entre 5.440 y 10.000 kilos.

Estos bombardeos aliados sobre las ciudades alemanas fueron más intensos, más cortos y ocurrieron durante el día. Los investigadores compararon datos ionosféricos de la Estación de Investigación de Radio con información sobre 152 grandes ataques aéreos aliados. En la ionosfera, la radiación del sol colisiona con el gas que se fracciona en electrones e iones, explican los científicos.

Uno de los resultados obtenidos por los investigadores es que las ondas de choque que producían las bombas impactaron en la superficie de la Tierra y alcanzaron la ionosfera 1.000 kilómetros arriba. Lo que sucedió fue que las ondas de choque comenzaron  calentar la atmósfera superior y la debilitaron y, de esta manera, se redujo la cantidad de electrones de la ionosfera.

Sin embargo, no se puede saber con claridad qué efecto pudo haber generado esto en los humanos o en el planeta, debido a que la ionosfera está en constante cambio por cuestiones naturales.

Según Scott, “el impacto de estas bombas en la atmósfera de la Tierra no se había hecho patente hasta ahora. Es sorprendente ver cómo las ondas causadas por explosiones hechas por el hombre pueden afectar el borde del espacio. Cada ataque liberó la energía de al menos 300 rayos. La gran cantidad de energía involucrada nos ha permitido cuantificar cómo los eventos en la superficie de la Tierra también pueden afectar a la ionosfera".

"Lo que obtenemos con estas lecturas es un poco de trabajo de detective científico que nos permite vislumbrar no solo lo que sucedía en el terreno, sino los efectos del bombardeo en el borde del espacio", dijo Patrick Major, coautor del estudio e historiador de la Universidad de Reading.

Esto podría explicar por qué los aviones que arrojaban las bombas también fueron dañados incluso cuando volaban a la altitud recomendada para evitar las ondas de choque.

"Hubo rumores de que envolver toallas húmedas alrededor de la cara podría salvar a los que estaban en refugios de que sus pulmones colapsaran por las ondas expansivas y dejaría intactas a las víctimas externamente. El poder sin precedentes de estos ataques ha resultado útil para que los científicos midan el impacto que los eventos pueden tener a cientos de kilómetros sobre la Tierra, además de la devastación que causaron en el suelo", continuó.

Los resultados podrían ayudar a los científicos a aprender más sobre los eventos en la Tierra que impactan a la ionosfera. "Conocer las energías involucradas en estas explosiones nos da una forma cuantificable de evaluar cuánta energía se necesita para calentar la ionosfera y podría aplicarse a las ondas generadas por terremotos, volcanes e incluso tormentas eléctricas", dijo Scott.

En este momento hay dos misiones de la Nasa que están estudiando la ionosfera, que son Gold e Icon que "mejorarán los modelos de predicción de eventos meteorológicos espaciales que pueden afectar la vida en la Tierra, así como los satélites y astronautas en el espacio".