Casi todo lo que hay que saber de nutrición después de los cuarenta

1. No se puede vivir restringiendo calorías. Lo que funciona para uno, puede no funcionar para el otro y, claramente, los esfuerzos por tener un resultado deseable producto de la relación comida / peso, son mayores de los que se necesitan a los 20.

2. Hay que aceptar el peso posible, aunque no necesariamente coincida con el deseado. Por ende, aceptarse, con la genética y otros condimentos como estrés, cambios hormonales, embarazos, lactancia, que a pesar de ser los mejores momentos en la vida de una mujer dejan secuelas, por cierto.

3. Si sacar algo de la dieta por completo altera su humor a un punto que es riesgoso para quienes conviven con usted, entonces no es ese el camino. Buscar el equilibrio para encontrar una estrategia que funcione mejor es preferible.

4. Pasarse de cafeína no ayuda. Es decir, probablemente antes usted podía tomar mate, café, té, refresco oscuro light y no pasaba nada. Hoy, si los suma, puede desvelarse de forma improductiva (ya que al otro día necesitará recuperar el sueño).

5. Dormir es una necesidad. Cada vez más investigaciones científicas relacionan los horarios de sueño con las hormonas. Cada uno tiene sus momentos de lucidez, rendimiento físico e intelectual y hay que conocerlos. Encontrar el momento del día para hacer deporte es fundamental. El mismo ejercicio a la hora adecuada para cada una es 200% más eficiente, además de necesario. Encuentre su momento del día para sostener el entrenamiento en el tiempo.

6. Hacer un alto en el trabajo y saber qué comer o tomar condiciona el rendimiento. Dicen los expertos que un Coffee Break a las 3 horas de comenzada la jornada y de no más de 15 minutos de duración es lo adecuado. Cada una sabrá cuál es su mejor hora y lo adaptará a sus posibilidades laborales, pero acá aplica el parar para seguir andando.

7. El desayuno es tan vital como el aire. Lo dicen todos los profesionales y en teoría estamos todos de acuerdo. Si usted sale muy apurada, intente llevar una fruta, un café con leche o cereales. En serio, una no sacaría el auto sin nafta del garaje. Entonces, ¿por qué salir sin desayunar?

8. Considerando el tiempo como un commodity poco abundante y muy apreciado, la organización ayuda cada día más. Planes de menú, listas para ir al super, freezer amigo, frutas y verduras lavadas, cortadas, etc, todo eso le da más tiempo para dedicarle a usted.

9. Si lo suyo no es cocinar ni un huevo duro, entonces ir por lo menos industrializado y simple, dos o tres verduras y algo al horno o comprado en una parrilla, por ejemplo.

10. Ponerle onda y condimentos a la comida es la estrategia para comer rico sin agregar las miles de calorías de los alimentos más deliciosos. Especias, condimentos, formas de cocción que conserven las texturas, el wok, la plancha, son grandes aliados para cumplir con esta premisa.

11. Cuando salga a comer afuera prefiera comida honesta, simple y de buena calidad, o una ¨experiencia¨ que sorprenda. Si no sorprende no vale la pena. El delivery es cada vez menos recomendable salvo excepciones.

Y ahora a disfrutar del camino de comer con placer y por placer, sin abusar, consientes del hecho, con la mejor materia prima posible, en familia y a la mesa todo lo que se pueda. Con amigas, en lugares lindos que acompañan esas charlas eternas o de viaje claro, de las mejores inversiones si las hay. En vacaciones con la parrilla a disposición para alojar variadas opciones.

Disfrutar del equilibrio, encontrar los grises, que no es fácil en general, pero en la comida se puede lograr para que las consecuencias sean solo positivas y poder sentir que una está bien plantada en el camino después de los 40, con más energía y experiencia que a los 20, plenas, felices y dejando huellas.