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Cinco liceales desparramados por el mundo
Por Merlina Machado
Un café, cinco adolescentes y la noticia que ellos más esperaban: eran los seleccionados para representar a Uruguay en los colegios UWC del mundo, donde culminarían quinto y sexto año de secundaria.
En la tarde del 16 de diciembre, los padres de Ilene Berro, Uriel Martínez, Manuel Macedo, Federica Bertolotti y Martina Toledo les inventaron distintas excusas para citarlos en un café. Al comienzo creyeron que les iban a decir que no habían quedado seleccionados para viajar, pero al ver que eran cinco –la cantidad exacta de colegios- sospecharon lo que iba a suceder. Los miembros de la organización estaban allí, sin embargo, fue un video realizado por exalumnos que empezó a expresar el nombre y el lugar de cada becario. Macedo fue el primero en ser nombrado y con tal noticia largó un llanto chillón, según lo describen sus compañeros.
En esta ocasión son cinco seleccionados por el movimiento UWC, que tiene como objetivo realizar el Programa de Diploma de Bachillerato Internacional en alguno de los 16 colegios y escuelas adherentes a la organización, según informan en un comunicado de prensa.
"Hace más de 30 años que UWC funciona en Uruguay. El comité nacional de UWC Uruguay impulsa los valores de la organización en nuestro país mediante diferentes intervenciones y se encarga de la selección de los estudiantes que irán a los colegios".
El comité -manejado honorariamente por exalumnos- se encarga de seleccionar a los representantes de este país en un proceso que comienza en octubre y finaliza en diciembre.
Todos los años se eligen al menos dos jóvenes para que representen a Uruguay. La cantidad de becarios varía según las ofertas que llegan al país cada año. En esta ocasión los centros educativos pertenecen a India, Gales, Alemania, Singapur y Noruega.
Para presentarse en el proceso de selección, únicamente se requiere ser uruguayo, tener entre 15 y 17 años y cuarto año de liceo aprobado al momento de irse.
Mariana Apkarian, secretaria del comité y exalumna UWC, explica que el proceso de selección es extenso e intenta ser una experiencia UWC a nivel local. "Es un espacio donde los gurises de distintas partes del país comulgan para hacer actividades en común", sostiene.
En una primera instancia se presentan alrededor de 100 jóvenes, luego los que concurren a las primeras actividades son más o menos 60. Los primeros fines de semana se realizan más que nada actividades en grupo y una entrevista personal. Luego, en el tercer fin de semana hacen un servicio social y con él el primer corte de preselección: pasan 20 a la semifinal.
Las actividades que continúan se relacionan con áreas de expresión artística. Tuvieron meditación, taller de comunicación y creación artística, de escucha y compasión y de producción.
Y como última instancia, se recortó a siete participantes. Estos fueron entrevistados nuevamente de forma individual por el comité y luego tuvieron la entrevista psicológica.
Que el proceso sea extenso no es más que por la propia seguridad de quienes van. No cualquiera está preparado para hacerlo, según Apkarian.
Los criterios de evaluación que utilizan, que muchos se basan en los que marcan los colegios, son aspectos como adaptabilidad, resiliencia, solución de problemas, lógica, capacidad de colaboración y compromiso con la comunidad. "Estamos buscando a chiquilines que vuelvan y sigan dando por la comunidad", agrega.
Las becas, o mejor llamadas por la organización en Uruguay "ofertas", pueden ser totales o parciales, dependiendo de cada colegio y de la realidad económica del elegido. Algunos centros educativos les brindan hasta el "pocket money" (dinero de bolsillo), para los gastos personales, mientras que otros tienen un tope de porcentaje de beca.
Las familias de los becarios deben presentar un balance económico para que la institución de enseñanza la analice y determine cuánto le dan. Actualmente, los alumnos están esperando la respuesta.
"Si realmente necesitás que el colegio te cubra esa parte, ellos lo van a hacer", dijo la becaria Berro.Lejos de casa
Entre agosto y setiembre de este año Ilene Berro se irá Singapur, Uriel Martínez a Gales, Manuel Macedo a Noruega, Federica Bertolotti a India y Martina Toledo a Alemania para cursar el bachillerato internacional. Se van a perder la fiesta de graduación de su colegio y de los cumpleaños de 18 de sus mejores amigos, pero ganarán a nivel personal y académico.
Como es común que suceda, existen muchos miedos: estar lejos de casa, sin los padres de respaldo, en un mundo nuevo, cumplir o no con la expectativa de la organización, entre tantos otros.
Sin embargo, es una oportunidad imperdible.
"Es difícil estar lejos, más cuando acá hay desafíos –como una enfermedad de un familiar o algo por el estilo- pero lo que aprendes, lo que te dan, las oportunidades que te dan son infinitas", indica la secretaria.Los participantes coinciden en que desde el proceso de selección es muy enriquecedor ser parte de UWC. Todos ellos consideran que los ayudó a crecer como personas y que lo seguirán haciendo cuando partan de Uruguay. Asimismo, Martínez destaca la importancia de poder ser uno mismo y que lo acepten de esa manera.
Si bien se van solos, cada uno de ellos cuenta con un tutor a cargo. Si tienen dudas, problemas con una materia, inseguridades o simplemente ganas de hablar pueden hacerlo al instante. Según explica Macedo, los tutores son designados por el comité y se terminan convirtiendo en un amigo/a.
Por su parte, el idioma no es un requisito. Una vez instalados allá, concurren a clases del la lengua madre y mientras tanto aprenden a comunicarse con ayuda de sus compañeros y con inglés, quienes lo tienen. "Vivir en ese idioma te va a ayudar mucho. Aprendés más rápido que lo que podés aprender en un año acá", opina Berro.
A su vez, estas becas les abren muchas puertas a nivel terciario, ya que cuando culminan el bachillerato, les llegan oportunidades de distintas universidades del mundo.
Cada uno de ellos se mostró muy seguro con la decisión. Si bien existen inquietudes, saben que pueden hacerlo y que será una grata experiencia en muchos sentidos. "Al participar demostramos que tenemos un interés por cumplir en el respectivo colegio. Eso significa que vamos a mantener cierto nivel, que no tiene porque ser académico, porque hay otros intereses. El comité confía en que podemos mantener cierto nivel de representación de Uruguay", indica la futura estudiante de Singapur.
"Quiero que ellos me dejen un pedacito de cada lugar y si se abren para poder dejarles un poco de Uruguay", confiesa Macedo.
Los interesados en participar o en adquirir más información pueden comunicarse por la página de Facebook UWC Uruguay o enviando un mail a [email protected]. A partir del mes de julio lanzarán más datos al respecto.
"Es una oportunidad con mucha responsabilidad, con muchos beneficios pero con responsabilidad", acota Apkarian
