Cómo congelar y descongelar los alimentos adecuadamente

Cuando se congela un alimento en el freezer, el mismo sufre un proceso que consta de tres fases:

· Congelación

debe ser lo más rápido posible. Cuando el proceso es lento, los cristales de hielo que se forman son de mayor tamaño y esto provoca alteraciones en su textura. Por el contrario, si el congelado es rápido, los cristales serán pequeños y no se afectará demasiado la retención de agua del alimento. También es importante que el producto esté correctamente envasado (en bolsas herméticas, recipientes o envueltos en papel film) para evitar las quemaduras por frío y los cambios en las concentraciones de pigmentos en la superficie que traen como consecuencia alteraciones en el color.

· Conservación

Con el objetivo de minimizar la actividad de bacterias y enzimas, la conservación debe hacerse a la menor temperatura posible. Además, se debe mantener la cadena de frío para evitar fluctuaciones de temperatura que puedan estimular el crecimiento de microorganismos.

· Descongelación

Se debe considerar que a medida que el alimento se acerca a la temperatura ambiente, los microorganismos comienzan a multiplicarse. Una descongelación rápida implica un menor crecimiento de organismos, mientras que una lenta afecta menos la estructura, obteniendo una textura del alimento descongelado más similar a la original.

Tras el proceso de descongelación se libera agua no retenida debido al daño sufrido. Esta pérdida de agua ira por lo tanto en detrimento de un cierto porcentaje de nutrientes como aminoácidos y vitaminas hidrosolubles.

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