"Encontré su perfil en LinkedIn y se adapta a un proyecto empresarial con inmensos beneficios. Confío en que podamos establecer una vía para trabajar en dicho proyecto, para lo que me basaré en su respuesta". Esta es la transcripción exacta de un mensaje real enviado a un email corporativo de una persona. Quien lo firma es el consejero delegado de una empresa con dirección en China. Es el ejemplo de una de las ofertas falsas que pululan en la red y cuyo objetivo está muy lejos de ofrecer un empleo. Los denominados fake employment proliferan.
El socio de laboral de Baker McKenzie, José Prieto, asegura que lo más habitual es que estas ofertas lleguen a los buzones de correo corporativo: "Son menos habituales en redes sociales como LinkedIn que cuentan con filtros para frenar la circulación de este tipo de mensajes fraudulentos". Aunque animado por los beneficios económicos que se presuponen al aceptar estas ofertas tenga la tentación de hacer clic, conviene que actúe con cierta cautela y que no se deje llevar el buen sueldo.
La directora general de IMFBusiness School, Belén Arcones, afirma que "uno de los detonantes que alertan de que nos encontramos ante una oferta de empleo falsa es el hecho de que sea la propia empresa la que contacta directamente con nosotros, sin que nos suene haber presentado nuestro currículum o postulado a la oferta a través de algún formulario web". También alerta Arcones sobre las remuneraciones elevadas de un empleo "para el que no se pide experiencia previa, horarios extremadamente flexibles, incorporaciones inmediatas, y para el que no ofrecen una descripción detallada del trabajo a realizar".
Prieto recomienda tener especial cuidado con los que proceden de falsos cazatalentos que solicitan a través de email el contacto telefónico del destinatario o una respuesta a través de ese medio. "Antes de ser proactivo conviene llevar a cabo una verificación del origen, ya sea una persona o una empresa. Otra opción es solicitar información sobre el proyecto, el puesto u otro tipo de detalles que puedan desenmascar al reclutador".
El profesor de Derecho Laboral de la Universidad Abierta de Cataluña, y abogado, Carlos Javier Galán, también aconseja acudir a la fuente original: "Si aparece el nombre de la empresa, una buena opción es visitar su web corporativa y comprobar que realmente tiene un proceso de reclutamiento abierto. Si no es así puede ser útil ponerles en alerta sobre la oferta que hace un uso fraudulento de su marca".
El socio director de Recarte & Fontenla executive search, Andrés Fontenla, apela a "la prudencia antes de acceder a una oportunidad de empleo y ser selectivos, cuanto más sénior es la experiencia. Si la oferta de empleo es de captación, es decir, a través de medios masivos hay que pensar si verdaderamente es necesario o incluso oportuno responder".
Recibir correos electrónicos de reclutadores es más habitual porque en la búsqueda directa la discreción y la confidencialidad es la base de su trabajo. Sin embargo, conviene recordar que la mayoría de los cazatalentos contactan con los posibles candidatos vía telefónica. Fontenla explica que "no cree que una oferta de empleo falsa se haga de forma personalizada, es decir, a través de una llamada telefónica, dado que requiere de una intencionalidad y premeditación que puede quedar en evidencia de forma gratuita y con más facilidad".
Arcones apunta otra pista que puede poner en alerta al destinatario: "Las empresas cuidan mucho su imagen a la hora de buscar nuevos talentos, por lo que una oferta o email redactado con faltas ortográficas, errores gramaticales o un lenguaje poco profesional indica que nos encontramos ante una estafa". Advierte también sobre anuncios online que solicitan el documento, número de cuenta o tarjetas bancarias, "son informaciones innecesarias para la empresa hasta que somos oficialmente contratados".
Galán previene sobre los mensajes que animan a llamar a un número de teléfono que suele ser de cobro revertido: "Algunos son extranjeros y sólo al llamar advierten a través de una locución que hay que marcar otro número a través del cual extorsionan. En este último caso es más difícil de denunciar".
Remuneraciones elevadas, horarios muy flexibles y no pedir experiencia suelen ser las alertas
LinkedIn aglutina 20 millones de ofertas de empleo. La red profesional asegura que las ofertas de empleo fraudulentas constituyen una parte muy pequeña de todos los trabajos de LinkedIn: "Tenemos medidas técnicas en marcha, que estamos mejorando constantemente, para eliminar estas ofertas antes de que salgan a la superficie. Cuando se detecta este tipo de actividad, trabajamos para eliminarla y evitar que vuelva a ocurrir en el futuro. Los solicitantes de empleo deben estar alerta sobre cualquier oferta que les pida que proporcionen información financiera o que realicen cualquier transacción monetaria". Para alertar posibles abusos, aconseja a sus usuarios a utilizar su Centro de Ayuda y el Centro de Seguridad, en el que se recogen consejos como:
Fuente: Expansión - RIPE
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