Apenas lo divisó, sentado al costado del banco de suplentes, fue derecho a recibirlo.
Leonardo Ramos, técnico de
Peñarol, se dio un abrazo con el ecuatoriano Fidel Martínez y le dio la bienvenida al club.
Minutos después, como el técnico debía prestar atención al entrenamiento del equipo titular contra Progreso, el ecuatoriano se puso a dialogar y bromear con el preparador físico Matías Eijo. Y luego se limitó a realizar ejercicios físicos junto con otra de las incorporaciones, Rodrigo Rojo.
Fidel no formó parte de la presentación de ayer en el Campeón del Siglo pero habló en el aeropuerto a través de Sport 890, donde expresó: "Tengo claro adonde vengo, al club campeón del siglo, 51 copas, tres copas mundiales de clubes, todo eso es lo que me motivó a venir. Conozco mucho al Cebolla, a Maxi Rodríguez, Cachila Arias, a Gargano, que lo enfrenté. Espero aportar".
Luego del entrenamiento con Progreso, el gerente deportivo Gonzalo De los Santos presentó a las nuevas incorporaciones del club: Agustín Canobbio, Giovanni González, Rodrigo Rojo, Luis Maldonado y Rodrigo Piñeiro.
Cada uno de los nuevos jugadores aurinegros habló en la presentación y dejó su frase. Agustín Canobbio comentó sobre la foto de niño con
Antonio Pacheco: "Sí, trascendió la foto con Tony y siempre soñé jugar con estos colores. La espera se me hizo larga, la viví con nervios. ¿Qué me esté tocando en el hueco que dejó Rossi...? Mejor vamos a esperar que empiece el campeonato".
Luis Maldonado expresó: "Fue una sorpresa venir porque es un sueño del niño pasados los 30 años. Peñarol es una exigencia día a día pero lo bueno de que me agarra a esta edad es que el personaje no se va a comer a la persona".
Giovanni González dijo: "Me siento muy orgulloso de estar acá y compartir vestuario con fenómenos que miraba por la televisión".
El joven Rodrigo Piñeiro, proveniente de Miramar Misiones, cuando Fernando Morena le entregó la caja con la camiseta, la sacó y la besó. Se emocionó. Luego expresó su sentimiento: "Amo este club, amo estos colores. Hace dos meses estaba en la tribuna cuando se jugó la final y hoy estoy acá. Cuando entré al Campeón del Siglo no lo podía creer".
El lateral Rojo fue el último en hablar y dijo que se está poniendo a punto físicamente, y agregó: "Un sueño de chico. Mil cosas se me pasaron por la cabeza como cuando de chico iba a Los Aromos con mi padre y mi tío; entrar con el auto, solo, fue emocionante".