hizo un llamado de solidaridad para solicitar 3.600 millones de dólares con el objetivo de ayudar a 48 millones de niños que están atrapados en crisis humanitarias. La problemática parte de los conflictos de violencia o de catástrofes naturales.
Serán prioritarios para la agencia de la ONU, los niños que pertenecen a países con conflictos que perduran desde hace años, como es el caso de Irak, Nigeria, la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Siria y Yemen, entre otros
Es decir, cerca del 84 % del monto solicitado -3.015 millones de dólares- se destinará a países afectados por crisis humanitarias a causa de la violencia y el conflicto.
Actualmente, casi uno de cada cuatro niños vive en un país afectado por un conflicto o un desastre.
Por ello, Unicef denunció en un comunicado que el sufrimiento de los menores se exacerba porque las partes beligerantes en muchos de estos conflictos "muestran una flagrante indiferencia por la vida de los niños".
"No solamente les atacan directamente, sino que también les niegan el acceso a los servicios básicos debido a los daños y a la destrucción que sufren las escuelas, los hospitales y la infraestructura civil", agrega el texto.
Otra gran preocupación es la propagación de
enfermedades transmitidas por el agua, que es una de las mayores amenazas para la vida de los pequeños en las situaciones de crisis.
Los ataques a las infraestructuras de agua y saneamiento, las tácticas de asedio que impiden a los niños el acceso al agua potable y el desplazamiento forzado hacia zonas que carecen de dichas estructuras ponen a los menores y a sus familias en peligro.
A su vez, las niñas y las mujeres confrontan amenazas aún mayores. A menudo cumplen la función de recolectar agua para sus familias en situaciones peligrosas.
En esta misma línea, el organismo tiene como uno de los focos principales de este año, proporcionar agua potable a 35,7 millones de personas, el doble de las atendidas el año pasado, y saneamiento.
Son alrededor de 117 millones de personas en el mundo las que viven en situaciones de emergencia y que carecen de acceso a agua potable.
Manuel Fontaine, responsable de emergencias de Unicef, explica en rueda de prensa que en países en guerra la principal causa de muerte de infantes se debe a enfermedades relacionadas con la falta de agua potable y saneamiento. Lo que también es una de las razones por las que emigran del país.
"La amenaza es aún mayor debido a que millones de niños hacen frente a niveles de desnutrición potencialmente mortales, y esto les hace más susceptibles de contraer enfermedades transmitidas por el agua como el cólera, creando un círculo vicioso de desnutrición y
enfermedad", añade.
Asimismo, la agencia tiene otro fin y es proporcionarle
educación básica formal o no formal
a 8,9 millones de niños, inmunizar a 10 millones contra el sarampión, brindar apoyo psicológico a más de 3,9 millones y tratar a 4,2 millones que tienen desnutrición aguda grave.
El mayor componente de la petición de fondos de Unicef este año es para los niños y las familias atrapados en el conflicto de Siria, que está a punto de entrar en su octavo año.