Cuando la lluvia se puede reutilizar: proyectos de la UTEC que dan que hablar

La palabra hackatón consiste en una actividad realizada por distintas instituciones educativas y tecnológicas que buscan generar soluciones a problemas de la vida cotidiana.

La actividad, en la que también estuvieron en la organización UTE, el Instituto Nacional de la Juventud, el Ministerio de Industria, Energía y Minería, el Plan Ceibal y la Intendencia de Durazno, fue durante el fin de semana del sábado 16 y domingo 17 de octubre. La idea era que los estudiantes pudieran acumular conocimientos sobre un tema al que el país le da cada vez más importancia.

Se presentaron 23 proyectos organizados en siete equipos, liderados por tutores. Hubo tres ganadores. uno de ellos fue el equipo de Florencia Rey, Delfina Gutierrez, Brahian Nicora, Juan Ignacio Berrutzi, Mateo Casalás, Sara Santos y Martina Silvera, que realizaron un proyecto llamado "Techo verde", que sirve para recolectar agua de la lluvia, limpiarla y utilizarla para el hogar.

Este techo es un aislante térmico “natural” y permite un confort térmico del ambiente, reduciendo costos  de electricidad para climatización.

Ese recurso natural es filtrado y luego pasa mediante cañerías a un calefón, el cual estará alimentado para calentar el agua con el llamado biodigestor. Ese biodigestor va a producir un gas que será el que caliente el agua.

El segundo puesto se lo llevó Simón Pomies, Agustín Dutruel y Gabriel Da Rosa. La idea era generar residuos orgánicos de los hogares como combustible para reemplazar la leña. Esos residuos "son comprimidos con una prensa para aumentar la densidad de la mezcla", señalaron en un comunicado. La prensa es un recipiente cilíndrico, aunque puede ser de otras formas.

En palabras de Vitoria estas propuestas son viables desde el punto de vista técnico y económico. "Lo que estaría faltando es una orientación técnica de profesionales del área para el desarrollo del proyecto y puesta en marcha", agregó.

El tercer lugar lo obtuvieron Daniela Reyes, Facundo Gamarra, Ximena Rocco, Mauro Benerozzo y Marilin Barrera con su proyecto de construcción de casas 3D con cañas de bambú. Se usará una impresora 3D y material orgánico basado en restos del bambú y tierra. Esta idea, dijeron desde UTEC, aún no existe en el mundo, pero hay experiencias similares que imprimen viviendas con insumos más costosos.

Impacto en los jóvenes

Estas acciones tienen un impacto directo en la calidad educativa de los jóvenes. "Estas medidas permiten reducir la necesidad del consumo de combustibles, electricidad, agua y también agregar valor a un desecho. Además, uno de los puntos a destacar es que esta idea fue propuesta por estudiantes de 14 – 15 años. Esto nos da una indicación de que nuestra juventud está vinculada y preocupada con los problemas ambientales que estamos enfrentando y están buscando alternativas para un futuro mejor", expresó Vitoria Olave, una de las docentes tutoras de estos proyectos.

Quienes no accedieron a la final, aseguraron los tutores, estuvieron colaborando con quienes sí pasaron a esa instancia. El objetivo fue generar mejores proyectos y presentaciones más sofisticadas al mostrárselo a los jurados.

"También, escuché de varios participantes del evento que la experiencia que ellos estaban teniendo del trabajo en equipo, intercambio con demás participantes del evento fue muy importante no solo para la mejora de sus proyectos, pero también para su desarrollo personal", agregó Olave.