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Cuatro regalos diferentes para hacer en esta Navidad
La feria Ideas + ofrece variedad de propuestas artesanales para obsequiar en las fiestas
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12 de diciembre de 2015 a las 05:00
Comienzan las fiestas y con ellas la difícil tarea de encontrar regalos que se salgan de lo ordinario. En esta época del año empiezan a surgir varias ferias artesanales que proponen obsequios diferentes a los que se pueden adquirir en los centros comerciales del país.
La feria Ideas +, que se realiza anualmente en el Parque Rodó, tiene desde vestimenta y accesorios hasta instrumentos musicales, artesanías y elementos de decoración. La feria abrió a comienzos de diciembre y funcionará hasta el 24 de diciembre, día en que se trabajará por la mañana. El horario es de 19 a 23 horas todos los días menos viernes y sábados, en que el horario se extiende hasta la medianoche.
Y el evento no es solamente una oportunidad para comprar, sino que también tiene varios espectáculos, entre los que habrá presentaciones musicales y de libros. Por Ideas + pasarán Alejandro Spuntone y Guzmán Mendaro, Milongas Extremas, Estela Magnone y Maia Castro, entre otros.
Este proyecto retoma la feria del Libro y el Grabado que funcionó por más de 50 años y ahora es un proyecto autogestionado por más de cien artistas, artesanos, diseñadores y editoriales, que tienen su propio espacio dedicado exclusivamente a los libros dentro de la feria.
Juegos traídos de una máquina del tiempo
Para jugar como lo hacían en la antigüedad, el Taller Tunguelé recrea los juegos de mesa de civilizaciones como la egipcia, la sumeria o el imperio romano. El proyecto solamente se puede encontrar en la Feria Ideas +. Uno de los juegos que ofrece es el Juego real de Ur, que tiene 4.400 años de antigüedad y fue encontrado en la Mesopotamia, en lo que hoy es Irak. Se trata de un tablero con fichas y dos dados en forma de tetraedro con las puntas pintadas de color. Luego de que se tiran los dados, se define qué movimiento hará cada jugador sobre el tablero, con el objetivo de atravesarlo. El taller también ofrece al antecesor del ajedrez, que se jugaba de a cuatro personas. Cada uno viene con sus instrucciones y además cuenta con parte de la historia del juego y la cultura en la que estaba enmarcado, lo que rescata su valor histórico. Son tanto para adultos como para niños, aunque en algunos casos se recomiendan para niños de más de 7 años. "Plantea un desafío intelectual y de destreza", explicó su creadora, Verónica Olivera. Precios: entre $400 y $1.000, depende del juego.
Instrumentos de percusión
Tanto para los músicos profesionales en busca de un sonido nuevo como para los principiantes que quieren meterse en el mundo de la percusión, Pinkyum tiene diferentes versiones de instrumentos inspirados en el cajón peruano. Una de las líneas principales es el modelo Conga-Udu, explicó Pablo Martínez, fabricante de los instrumentos. Según indicó, la pieza es una mezcla entre las congas de cajón en madera y el udu de cerámica, un instrumento de origen africano. A su vez, hay una versión que es fácil de transportar por su tamaño y forma de fabricación. Precios: entre $ 900 y $ 4.000.
Didácticos y para niños
Con ilustraciones y un diseño atractivo, el taller Habichuelas ofrece diferentes juegos didácticos para niños. Hay algunos imantados como tatetís o pizarras con personajes, y otros de caja. "Es un buen regalo porque es algo diferente; la idea es que el adulto se divierta jugando con el niño", explicó Bettina Asaravicius, cocreadora de los juegos. El juego estrella es Totem, indico. Hay cartas con distintos diseños y los jugadores tienen que dar vuelta una por turno. Cuando las de ambos jugadores coinciden hay que agarrar el tótem, un palo de madera que se coloca en el medio de la mesa. El más rápido gana. Precios: Totem, $520.
Para no perder la noción del tiempo
¿Cómo saber si un reloj de arena mide exactamente un minuto? Daniel Lyonnet, el artesano detrás de Arenas del Uruguay, fabrica todas las partes de cada uno de los relojes, desde el vidrio hasta la madera y cuenta que es necesario medirlos uno por uno. Así sean de un minuto o de 50, tiene que cronometrar la caída de los granos de arena cada vez que fabrica el vidrio, ya que nunca hay dos iguales y con el mismo grosor entre las partes. Estos relojes se pueden encontrar en soportes de madera o metal. Recientemente, el artesano recibió un encargo fuera de lo normal: tuvo que fabricar un reloj de 1,80 metros de altura que midiera 18 horas. Para poder darlo vuelta, Lyonnet tuvo que inventar un soporte metálico que permitiera el movimiento. El reloj costó cerca de $ 95.000. El artesano ofrece desde pequeños relojes que apenas marcan un minuto hasta otros más grandes que se acercan a una hora. "Para entender el valor de un minuto pregunte al viajante que perdió el tren", dice la inscripción que acompaña a los relojes y Lyonnet explica: "No valoramos exactamente el tiempo que vivimos y el reloj de arena te muestra claramente cómo pasa el tiempo y cómo esa arena que cayó no vuelve nunca para atrás". Precios: entre $ 250 y $ 3.500.
