Cuando Lucía Fynn, Florencia Lecueder y Belén Sosa empezaron a soñar Degusto, lo único que querían era impulsar la gastronomía nacional. Era 2015 y ya había una sensación en Uruguay de que la cocina estaba de moda y que no era un furor pasajero.
Degusto hizo su presentación en sociedad en mayo de 2016. Desde ese entonces, el festival gastronómico no ha parado de crecer y expandirse, y la organización calcula que, por edición, pasan por allí más de 12 mil personas. Degusto regresa este sábado y domingo entre las 12 y las 22 horas al parque Grauert (Arocena entre Lieja y Couture, Montevideo), el espacio que lo vio nacer. Con más de 70 propuestas y un pronóstico del tiempo ideal para estar al aire libre, Degusto se prepara para ofrecer la gran comilona del fin de semana.
Se puede probar un plato sabroso, tomar una buena
cerveza, disfrutar de una copa de vino fresco, frutal, deleitarse con un postre delicado sin estar sentado en el restaurante más sofisticado de Montevideo. Los restaurantes pueden salir a la calle, sacar la cocina de su hábitat natural y llevarla a un espacio al aire libre. Degusto tiene mucho de eso.
Es la oportunidad de tener en un mismo espacio varias de las cocinas más atractivas y destacadas de Montevideo y aledaños. En un predio inmenso, los visitantes pueden elegir lo que quieran de un menú inagotable. Los que estén acostumbrados al
brunch lo encontrarán en las opciones de Oslo o Santé. Para los que desean ir por platos más refinados están las creaciones de FOC,
Café Misterio, El Gran Pez, Gracia y Francis, entre otros. Vegeterianos y veganos también pueden encontrar ensaladas divertidas en Wabibowls, las opciones de Guisolfo (una de las incorporaciones de este Degusto) y los siempre originales sándwiches de Mercado Verde. Hay, por supuesto, representantes de la gastronomía venezolana con las arepas de Warapo. Los foodtrucks –clásicos de la escenografía de Degusto– como The Rolling Beat, Glamburger, El Galgo, Crepas, por solo mencionar algunos, también acompañan esta nueva edición.
Para los que, además, disfrutan de hacer compras para cocinar en casa, la zona del mercado tiene de todo.
Simplemente hay que organizarse e ir con tiempo. Hay cerveza Patagonia y vinos de variadas bodegas para acompañar la comida. Después de tomadas las decisiones, lo único que se debe hacer es encontrar el lugar para hacer el picnic. Y, si sobra espacio, volver a recorrer el predio para descubrir dónde está escondido el mejor postre.
A modo de ideas: Comino propone una crème brûlée de coco y jengibre, Dominique una cheescake de Oreo, La Linda un exquisito budín de zucchini con dulce de membrillo y chía.
Claro que hay más, siempre hay más. Solo hay que buscar y no marearse entre el océano enorme de opciones.
Clásicos y nuevos del festival - hoja de ruta
FOC
Martín Lavecchia y su propuesta gastronómica con guiñadas a sus años en España llegan a Degusto. Dumplings, croquetas de carrillera y empanadas son las opciones.
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El gran pez
El Gran Pez
Directo desde El Pinar llega la cocina de Juancho Caubarrère. Hay para elegir entre ñoquis suflé de acelga, pita de salmón curado o croquetas de cordero.
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Oslo
Este fue el año del brunch, y la opción no podía faltar. La versión nórdica de Oslo tiene huevo, bagel, ensalada y una deliciosa torta sueca con té y limonada.
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Pacharán
Si hay una cola interminable hay que saber que al final del camino estará el pulpito de Pacharán. Clásico de los clásicos de Degusto, es uno de los más requeridos del festival.
Volveras a mí
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Volverás a Mí
Para aquellos que priorizan lo dulce por sobre lo salado, Volverás a Mí –con su chocotorta, cheesecake de oreo y dulce de leche y brownie– tiene que estar en el radar.