El empresario inglés Mustafa Suleyman, máximo responsable de la compañía de inteligencia artificial y
machine learning DeepMind, es uno de los más de cien signatarios de una carta dirigida a las Naciones Unidas en la que se pide la prohibición de las
armas letales autónomas.
Mejor conocidas como "robots asesinos", estas máquinas son capaces de abatir objetivos humanos en el campo de batalla con total autonomía y, lo más preocupante, sin distinguir entre objetivos militares y civiles.
La carta, redactada por el experto en inteligencia artificial Toby Walsh, lleva la firma de 116 destacados líderes del ámbito la inteligencia artificial y la robótica, entre los que se encuentran, además de Suleyman, el sudafricano
Elon Musk (fundador de Tesla) y Jerome Moceaux (Aldebaran Robotics).
El comunicado advierte que estas armas pueden ser utilizadas contra poblaciones inocentes e incluso hackeadas para fines no deseados. "No tenemos mucho tiempo para actuar. Una vez abierta esta caja de Pandora, será difícil de cerrar", dice el texto.
Suleyman es una de las voces más calificadas en lo que refiere a inteligencia artificial. Su empresa DeepMind, fundada en 2010 junto a Demis Hassabis y Shane Legg, contó con el apoyo de algunas de las empresas tecnológicas más exitosas del mundo.
DeepMind tiene la misión científica de empujar los límites de la inteligencia artificial mediante el desarrollo de programas que puedan aprender a resolver cualquier problema complejo sin necesidad de ser instruído.
Eso sí, la empresa tiene el compromiso de utilizar esta tecnología para hacer del mundo un mejor lugar.
Mustafa fue jefe de producto hasta 2014 cuando Google compró la compañía. Desde entonces, el empresario pasó a ser jefe de inteligencia artificial aplicada en la ahora llamada Google DeepMind.
Además de este emprendimiento, trabajó con una amplia gama de clientes como el gobierno de Holanda, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y las propias Naciones Unidas.