El presidente del Banco Central (BCU), Mario Bergara, consideró que las trayectoria de las cuentas públicas deberían comenzar a mostrar una trayectoria descendente en el transcurso de 2018 para no poner en riesgo la calificación actual de la deuda uruguaya por parte de las calificadoras de riesgo.
"En 2018 hay que dar señales auspiciosas" para bajar el
déficit fiscal, dijo el jerarca entrevistado por el programa Quién es quién de Diamante FM y TNU. El rojo de las cuentas públicas cerró en los 12 meses a octubre en 3,5% del PIB, un punto por encima de la meta de 2,5% que el gobierno se fijó para el final del actual período de gobierno.
El jerarca recordó que en último tiempo el "foco" de las agencias ha estado en la "sustentabilidad de las cuentas fiscales" y en su "trayectoria". El jerarca admitió que un rojo de las cuentas públicas en el rango de 3,5% a 4% del producto no es sostenible en el tiempo.
"Tal como el gobierno lo manifestó, es momento de dar señales de corrección del déficit fiscal y dar algún resultado auspicioso el año que viene. Si seguimos dos o tres años más con déficits de 3% a 4% es una mala noticia para las calificadoras y también para el gobierno", reconoció.
El jerarca indicó que si las cuentas públicas no muestran una mejora en el transcurso de 2018, existe la probabilidad de que las calificadoras pongan en revisión la nota de la deuda soberana, aunque ello no implicaría la pérdida inmediata del grado inversor porque Uruguay está hoy dos escalones por encima del umbral mínimo.
Bergara indicó que no conservar ese estatus tiene un componente que va más allá del financiero porque también está en juego la "reputación y la imagen a nivel internacional del país".
Ajuste normal de tarifas
}Preguntado por el
ajuste de tarifas públicas que definió el gobierno a partir de enero, el jerarca rechazó los cuestionamientos de la oposición. "Ahora a cualquier cosa que es un aumento de algo, le llamamos
ajuste fiscal", dijo el titular del BCU.
Bergara indicó que las tarifas ajustan, por un lado, por la evolución de los costos (como salarios) y también por el "vínculo" con el Estado de entes donde a veces "tienen que contribuir un poco más o un poco menos". El jerarca puso el ejemplo el caso de UTE, que debió ser auxiliada cuando se registró una sequía para que la tarifa "no aumentara 80%, lo cual hubiera sido absurdo para la producción y las familias".
"No se hizo, ahora es al revés. Las empresas públicas son parte del Estado, hay momentos que auxilian hacia un lado y (otros) hacia otro. Se hace caja para pagar y financiar las políticas productivas, sociales y de salud", recordó.
El jerarca dijo que en esa instancia se contaba con un parque térmico obsoleto y un barril de petróleo que rondaba los US$ 140 (2008).
"El fisco auxilió con muchísimo más dinero; en esos años el fisco puso más de US$ 500 millones por año para sostener las tarifas. Más de US$ 1.000 millones. Eso es muchísimo más de lo que se está discutiendo hoy", agregó.