Tras la Misa de Pascua, a la que Meghan Markle no pudo asistir por encontrarse en la etapa final de su embarazo, el príncipe William y Kate Middleton fueron junto al príncipe Harry –que sí fue a la ceremonia– a visitar a la futura madre al palacio Frogmore Cottage.
Los duques de Cambridge querían ver cómo se sentía Meghan, según informó Harper's Bazaar. Y, por supuesto, también querían conocer cómo quedó tras las reformas el nuevo hogar de los duques de Sussex –que se mudaron hace algunas semanas–.
Se trató de un encuentro de carácter privado del que también participó la madre de Meghan Doria Ragland, que se trasladó hace unos días desde Los Ángeles hasta Frogmore Cottage para estar cerca de su hija.
Este encuentro significa, de cierto modo, un manto de calidez sobre las continuas especulaciones que giran en torno a una supuesta pelea entre ambos matrimonios.
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