Estilo de vida > GASTRONOMÍA

Encantadora Toscana

Con siglos de historia y tradición, la región italiana ofrece atrapantes paisajes en una geografía ondulada que acoge 7.000 hectáreas de viñedos, donde se producen destacados vinos a nivel mundial
Tiempo de lectura: -'
04 de octubre de 2013 a las 21:12

Así como en 2010 Catadores viajó a Rioja y Oporto, este año lo hicimos a la Toscana del Chianti Classico. Fuimos con un grupo de 17 entusiastas durante la semana de primavera, a esta región que cuenta con siglos de historia y hermosas tradiciones. Los paisajes de la zona son tan atrapantes como una pintura renacentista.

Con una geografía graciosamente ondulada, en cada recodo del camino la mirada se deleita en el espectacular panorama de campos y colinas, en los que el verde prima como color dominante. Desde el plateado de los olivos, al verde oscuro de los cipreses y al más claro de los viñedos. Sorprende y deleita la espontaneidad con que la arquitectura medieval se funde con la belleza de la naturaleza.

Un territorio recostado sobre los Alpes Apuanos, que se desarrolla entre Florencia y la pequeña Siena. Las separa un terreno muy quebrado, por lo que durante siglos se la consideró una zona casi inaccesible.

Hacia finales del medioevo, las guerras entre estas ciudades rivales, hicieron que se construyeran muchos castillos o fortalezas, que hoy se han convertido en hoteles, posadas de campo o mansiones señoriales.

La vinculación entre el nombre Chianti y el vino aparece por primera vez en un documento de 1404 y esto lo confirman familias como la de Antinori o los herederos del Marqués de Frescobaldi. Una reclama 26 generaciones produciendo vino y la otra proclama 700 años en el ramo.

La región comprende unas 7.000 hectáreas de viñedos, pero también los olivares ocupan a muchos de estos establecimientos, que para sus visitas ofrecen tanto degustaciones de aceite como de vinos.

Nuestro plan no era sólo visitar bodegas, también un productor artesanal de quesos de oveja, otro de chacinados y una planta de aceites de oliva. Programamos nuestro itinerario con recorridos no demasiado alejados de nuestra sede en Siena, en un radio que no excedía los 100 kilómetros.

La Italia del vino, la realidad del vino italiano es concluyente: primer país consumidor y productor del mundo, junto a Francia, y primer exportador en cantidad de litros, que no en dinero, donde Francia sigue destacada. Es el país con mayor cantidad de variedades de uva diferentes y esta riqueza varietal es el éxito de hoy, pero también es el de mañana. En muchas de las regiones se han recuperado variedades autóctonas que estaban a la sombra de las variedades internacionales, principalmente las francesas.

En Europa cada país tiene sus propias variedades de vid y los vinos que con ellas se elaboran, se sirven a los forasteros que no los conocen, con orgullo y alabanzas. En el caso de Italia y si se habla de los vinos tintos, hay dos variedades que defienden el prestigio nacional: la Sangiovese en la Toscana y la Nebbiolo en el Piamonte. Ambas han tenido menor difusión mundial que las francesas, que de alguna manera han copado el planeta. Por eso resultan menos conocidas para los consumidores. Dicen que el nombre de la primera deriva del término latino: “Sanguis Jove” o sea la sangre de Júpiter.

Es una cepa de mucha ductilidad, adaptable a distintos terrenos y muy productiva. Su fortaleza no radica tanto en su aroma y eso condujo a una tradición de agregarle una porción de vino blanco – Malvasía – para mejorarle su fragancia.

Ahora y hace años que esta costumbre está prohibida por las reglas de la Denominación de Origen. Durante todo el siglo XX y como resultado de esta práctica, se obtenía un tinto claro, aromático y fácil de beber. A medida que los consumidores del mundo ampliaron su cultura vínica, este singular vino, fue perdiendo terreno frente a otros de mucha mayor personalidad.

Dadas estas circunstancias, los productores se vieron forzados a cambiar. El Consejo Regulador lanzó en 1998 el proyecto Chianti Classico, para utilizar los clones más aromáticos de la Sangiovese y replantar los viejos viñedos con criterios mucho más modernos. Además, aconsejó el uso de barricas nuevas de roble, porque esta variedad tiene mucha capacidad para combinarse con la madera y dar vinos que con el tiempo adquieren gran categoría. Esta experiencia reciente, permitió comprobar que hoy se pueden catar tintos toscanos de gran clase.

Lo apreciamos en empresas como Melini en Gaggiano, Castello Banfi en Monalcino u Ornellaia en Bolgheri, esta con un perfil más internacional, por utilizar cepas francesas en gran proporción. Un clima excepcional aún de primavera, nos permitió disfrutar a pleno una semana inolvidable en el centro de Italia.

    Comentarios

    Registrate gratis y seguí navegando.

    ¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

    Pasá de informarte a formar tu opinión.

    Suscribite desde US$ 345 / mes

    Elegí tu plan

    Estás por alcanzar el límite de notas.

    Suscribite ahora a

    Te quedan 3 notas gratuitas.

    Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

    Esta es tu última nota gratuita.

    Se parte de desde US$ 345 / mes

    Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

    Elegí tu plan y accedé sin límites.

    Ver planes

    Contenido exclusivo de

    Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

    Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

    Cargando...