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Estimular desde el nacimiento

Tips para desarrollar las capacidades potenciales del bebé en los primeros 60 días de vida
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21 de noviembre de 2016 a las 06:37

Profesional consultada: Licenciada en Psicología Adriana Vilensky, [email protected]

En los primeros meses de vida pareciera que los bebés no necesitan mucho más que dormir y comer; pareciera incluso que no se comunican, que no saben responder a estímulos. Pero la realidad es diferente.

Desde el nacimiento todo niño comienza un proceso de desarrollo que es asombroso. Día a día consiguen nuevas y sutiles conquistas, que son fundamentales para su crecimiento.

Sus primeras herramientas de comunicación serán el llanto y los movimientos corporales. Un desafío para los padres será aprender a leer esos mensajes. Y más aún, lo ideal es que ellos - en particular la madre durante los primeros meses - busquen comunicarse con el niño y lleguen a convertirse en agentes estimuladores de su propio hijo, para potenciar su desarrollo.

La Licenciada en Psicología Adriana Vilensky propone aquí varias acciones y ejercicios para que los padres puedan realizar una estimulación temprana ya desde los primeros meses de vida.

La estimulación temprana es justamente eso, el conjunto de acciones que tienden a proporcionarle al niño las experiencias necesarias en los primeros años de vida para desarrollar su capacidad potencial.

Al iniciar la estimulación

Con respecto a la estimulación temprana - en cualquier etapa del niño - es importante que se tome como un juego, adoptando una actitud afectiva y positiva. Las acciones no se deben abordar como tareas obligatorias, sino como espacios lúdicos para compartir con los hijos.

Es bueno provocar en el niño "el deseo de hacer" aquello que se le propone realizar. Hay que agudizar la escucha hacia el niño, en vez de dirigirlo; se debe estar alerta a sus deseos y demandas, para que la estimulación sea más efectiva.

Mientras se realizan ejercicios o acciones de estimulación no es tan importante lo que se hace o se dice sino la "forma" en que se hace y se habla. Una forma de estimularlo es premiando afectivamente sus esfuerzos y éxitos.

Es aconsejable mantener al niño concentrado en los juegos-ejercicios; para aprender necesita repetir varias veces sus acciones. Para reforzar los aprendizajes es bueno acompañar los ejercicios con palabras. Desde muy pequeño se recomienda conversarle y llamarlo por su nombre.


Cómo estimular al niño de un mes

ALIMENTACIÓN Y DIÁLOGO. En cuanto al amamantamiento o toma de la mamadera es importante señalar que es más que una situación alimentaria, es el comienzo del diálogo corporal entre madre e hijo o hija, donde se unen los afectos y las palabras. Por esta razón, es aconsejable que se realice en condiciones apropiadas: la madre o sustituta debe estar cómoda, relajada y concentrada en la tarea. Es bueno que sostenga al bebé de manera que sus miradas se encuentren. Se debe buscar una zona tranquila de la casa, en lo posible evitar las interrupciones y respetar el ritmo de alimentación del bebé.

Se aconseja levantar siempre al bebé con seguridad y ternura, para que se sienta contenido y protegido. No es recomendable acostumbrarlo a usar siempre chupete o que duerma con él. El chupete no debería reemplazar demasiado la mamadera o el pecho materno, ni los brazos de la madre, donde se encuentran muchos estímulos auditivos y visuales.

PRIMEROS MOVIMIENTOS. Es bueno dejar al bebé un rato libre, sobre una cama o similar, para que se mueva; y allí estimularlo con algunos ejercicios. Por ejemplo: se puede masajear todo su cuerpito, desde la punta de los dedos al hombro; acariciar la planta de los pies; flexionarle las piernitas como "pedaleando"; recorrerle la espalda con las yemas de los dedos, pulsando cada vértebra, hacia arriba-bajo, a un lado y al otro de la columna.

También se aconseja cambiar de posición al niño mientras está en la cuna; estando el bebé boca abajo se puede tratar de que eleve su cabecita llamando su atención con el sonido de un sonajero u otro objeto sonoro.

MANOS. Como el recién nacido mantiene sus manitos cerradas, se puede tratar de abrirlas suavemente y colocar un dedo de mamá o papá, o algún objeto similar, para estimular la prensión del niño.

AMPLIAR PERCEPCIÓN. Es oportuno que cuando el bebé se despierte se lo ubique en su bebé-silla para ampliar el campo perceptivo; así como cambiarlo de lugares y llevarlo a pasear en cochecito, para que perciba distintos sonidos, olores, etcétera. También se pueden colgar objetos simples y de tamaño mediano en la cuna.

CUERPO Y LENGUAJE. Al cambiar o bañar al bebé es muy estimulante jugar con su cuerpito, sonreírle y hablarle; besar sus mejillas, rostro, manos y pies; hacerle cosquillas en su pechito, abdomen y cuello. Es recomendable seguir los actos y expresiones de cariño con palabras, se estará estimulando el lenguaje verbal. En este sentido también es bueno cantarle mientras se lo arrulla y estimularle los sonidos guturales espontáneos que tiene el bebé ("ajó-ajó", "gu-gu", etc.).


Cómo estimular al niño de dos meses


Durante el segundo mes de vida se continúa con todas las recomendaciones anteriores, y se pueden sumar algunas otras. Por ejemplo, la mamá puede realizar el juego de acercarse y alejarse del campo visual del bebé. Se podrá observar cómo el bebé la sigue con la mirada y la busca o se agita cuando no la ve. Es bueno que la mamá esté atenta a estas demandas y vuelva a "aparecer" para calmar al niño.

EL CUERPO. Un buen ejercicio corporal para esta etapa es acostarlo boca arriba y llevarlo hasta la posición de sentado lentamente, mediante la tracción de sus antebrazos para que acompañe el movimiento con la cabeza. Y se le puede decir por ejemplo: "upa-la-la".

LA CABEZA. Otro ejercicio recomendado es colocarlo en posición boca abajo y llamar su atención hablándole o mostrándole un objeto atractivo (visual o sonoro) para que eleve su cabeza.

Se puede llamar al niño cerca de su oído y luego del otro, para que gire su cabeza. Es bueno usar también otros sonidos (sonajero, chasquido de los dedos, etc.) y de a poco irse alejando a cada lado, fuera de su campo visual.

AMPLIAR PERCEPCIÓN. Es oportuno ubicar al bebé en distintos lugares cuando está despierto: en una colchoneta o manta en el piso, en su silla-bebé, entre almohadones para ayudarlo a estar reclinado; de esta forma amplía y varía su campo de percepción.

MIRADA. Se sugiere colgar un juguete de colores de una cinta, a una distancia de 40 cm de los ojos del bebé. Mover el objeto hacia un lado y otro de su cara, hacia arriba y abajo para que el niño lo siga con la mirada.

COORDINACIÓN. En el medio de la cuna puede colocarse una barra de madera o plástico para colgarle aros, anillos, sonajeros, cintas de colores, etcétera. Al moverse el bebé roza los objetos colgantes y así favorece la coordinación viso-manual. También se pueden colgar objetos de colores brillantes (rojo, amarillo, naranja) a cada lado de la cuna, y así motivar que gire para poder mirarlos.

Para que el bebé comience a asociar sonidos y movimientos se puede colocar una pulsera de cascabeles en la muñeca.

MANOS. Ya a los dos meses el bebé comienza a sostener brevemente algún objeto en su mano. Es oportuno estimular su prensión y tacto colocándole objetos de a uno, por ejemplo: sonajero, juguete de goma, un trapito, etcétera.

ROSTROS. Al niño le gusta observar la cara de los adultos, en particular la de su mamá. Por eso disfruta de reconocerla cuando se acerca lentamente, le sonríe, le toma las manitos y las lleva a su cara, así como los juegos con sus manos, acariciando, colocando los dedos en las palmas del bebé, etcétera.

LENGUAJE. Es bueno seguir estimulando la comunicación verbal con el niño. Para ello se puede vocalizar delante del bebé con movimientos claros de la boca (a-e-o-u-i); repetir cualquier sonido que espontáneamente efectúe el niño para que lo imite; cantarle y hablarle mientras se lo tiene en brazos, se le cambian los pañales o se juega con él.

Qué es esperable observar en el primer mes

· El bebé fija la mirada brevemente en la cara de la madre o sustituto.

· Mira momentáneamente un objeto colgado a una distancia aproximada de 40 o 50 centímetros de sus ojos.

· Se agita o inmoviliza ante sonidos fuertes.

· Levanta momentáneamente su cabeza en posición sentado con ayuda y acostado boca abajo.

· Emite sonidos guturales.

· Presencia de reflejos como el de succión, de búsqueda, prensión, palpebral (cierra los párpados voluntariamente), entre otros.


Qué es esperable observar a los dos meses

· El bebé sonríe a la madre o sustituto.

· Fija la mirara en la cara del adulto.

· Puede seguir con la mirada objetos en movimiento lento de un lado a otro.

· Sostiene por momentos su cabeza cuando está boca abajo y en posición sentado con ayuda.

· Emite alguna vocal.

· Sostiene brevemente un sonajero puesto en su mano.

· Cuando se lo estimula agita sus brazos y/o piernas.

· Está alerta ante los distintos estímulos auditivos, visuales, táctiles, etc.

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