NATALIA TRENCHI
¿Como podemos relacionarnos desde un principio con los hijos de nuestra pareja?
Muchas veces se da que el primer encuentro es el momento más fácil del acercamiento de los hijos a la pareja ya que se da como una especie de seducción del adulto hacia los niños, se busca caerles bien, llevarlos de paseo, generar un vínculo buscando cierta complicidad.
El verdadero problema empieza cuando se plantea la convivencia, ahí es donde aparecen las dificultades de fondo y donde aquella "chica macanuda que me llevaba al shopping" no le gusta que coman galletas arriba del sillón por ejemplo, por lo que pasa a ser un ama de casa rezongona y deja de ser "mi amiga" la novia de papá.
¿Qué cosas podemos hacer para evitar, o atenuar estas cosas?
Una cosa que no se debe hacer es apurarse a presentar las parejas a los hijos, es entendible que cuando el adulto esta entusiasmado y siente que encontró a la persona de su vida que lo quiera compartir con sus hijos, que se conozcan y comiencen una relación mas allá de los dos adultos, que se involucre con los chicos; pero hay que darle tiempo a fortalecer la pareja y con los hijos ir despacio, es un proceso, no se puede ir de golpe con todo porque comienzan esos choques que decíamos al principio.
¿Y cuando llega la situación de la convivencia?
No es algo fácil la convivencia, por lo que a demás de amor hay tener mucha paciencia y tolerancia porque una familia combinada es como dos culturas que se juntan, con distintas edades y diferentes maneras de enfrentar la vida, se debe tener presente que hay más de una manera de vivir y que no se puede imponer la que uno cree mas conveniente sino que hay muchas maneras por lo que se debe ser muy flexible.
¿Cómo se hace para poner los límites a los hijos de tu pareja?
Una de las cosas mas importantes que deben hacer los adultos al momento de convivir - y hay hijos de uniones anteriores - es delimitar los roles. Hay quienes piensan que la madrastra o el padrastro no deben poner límites, en lo personal recomiendo que delimiten el que hacer de cada uno pero la autoridad son los adultos que viven en una casa, hayan lazos biológicos o no. Se debe tener presente que esto no significa gritar y pelear, sino trazar orientaciones, decir cómo se vive en la casa, qué cosas se aceptan y cuáles no, pero sin confrontar directamente o intentar imponerse.
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