El mundo de los videojuegos se prepara para la llegada el martes de
Destiny, que se anuncia como unos de los títulos del año del estudio Bungie, creador de la famosa serie
Halo.
"Estamos muy orgullosos del mundo que hemos creado con 'Halo' y de los millones de jugadores que hemos atraído, pero con
Destiny queremos que los mundos sean más grandes y se sientan más reales", explicó Pete Parsons, uno de los directivos de Bungie.
"Para conseguirlo, agregamos el ingrediente más emocionante e impredecible que se nos podía ocurrir: jugadores. Los mundos de
Destiny están conectados y vivos".
En
Destiny el jugador encarna al guardián de la última ciudad sobre la Tierra, que debe proteger. El aficionado se ve inmerso en un mundo de ciencia ficción lleno de "villanos" a los que debe combatir con ayuda de superpoderes.
Para Bungie,
Destiny es nada menos que "la próxima etapa en materia de entretenimiento activo y es también una verdadera epopeya".
El título será puesto en venta el martes para la
PlayStation 4 y la
XboX One, pero también funcionará con sus predecesoras: la
XboX 360 y la
PlayStation 3. Su editor,
Activision Blizzard, utilizó US$ 500 millones para desarrollar el juego, una apuesta costosa pero que parece atractiva.
En julio, más de 4,6 millones de jugadores probaron una versión completa de
Destiny. Esta "prueba beta" es la mayor realizada hasta el momento para esta generación de consolas, según Activision Publishing.
"Esto demostró que nuestra tecnología claramente es ganadora", subrayó Pete Parsons. "También nos dimos cuenta de que una gran cantidad de gente estaba dispuesta a pasar mucho tiempo en nuestro universo", agregó. Durante la prueba, la cantidad de jugadores conectados al mismo tiempo a
Destiny cruzó el umbral de los 850.000.