India superó este miércoles el umbral de las 250.000 muertes por covid-19 desde el inicio de la pandemia, pero las cifras recabadas a lo largo de este país de 1.300 millones de habitantes apuntan a un balance mucho mayor.
Según el ministerio de Salud indio, 4.205 personas murieron en las últimas 24 horas, con lo que el balance total de muertos se eleva a 254.197. Los contagios superan los 23,3 millones, tras sumar casi 350.000 más.
El virulento brote desbordó hospitales, crematorios y cementerios. Y, aunque el virus parece retroceder en grandes ciudades, golpea a las zonas rurales del interior, donde viven dos tercios de la población.
"Las muertes son mucho más numerosas de lo que revelan nuestros datos oficiales", dijo a AFP el investigador independiente en políticas de Salud y Bioética Anant Bhan, para quien "incluso una cifra tres o cuatro veces superior sería una subestimación".
Las cifras no cuadran, sobre todo en Guyarat (oeste), estado natal del primer ministro indio, el nacionalista hindú Narendra Modi, y gobernado por su Bharatiya Janata Party (BJP).
En Rajkot, por ejemplo, se comunicaron oficialmente 154 muertes entre el 1 y el 23 de abril, aunque los responsables sanitarios de la ciudad registraron por su parte 723.
En el mismo período, Bharuch declaró oficialmente 23 fallecidos, pero, según responsables de crematorios y cementerios, se celebraron 600 funerales en total.
En India, país con uno los sistemas de salud peor financiados del mundo, sus abarrotados hospitales son incapaces de tratar a todos los pacientes y los crematorios no pueden hacer frente al volumen de cadáveres.
También se han visto cadáveres flotando en el río sagrado Ganges, lo que aviva la inquietud de que el virus esté causando estragos en el vasto interior rural de India, donde viven dos tercios de la población.
Este miércoles, el número de cadáveres de presuntas víctimas del virus a orillas del Ganges en el estado de Bihar (norte) alcanzó los 71, según las autoridades.
El estallido del brote se atribuye a concurridos eventos políticos y religiosos en los meses pasados y a una variante del virus, llamada B.1.617, y detectada por primera vez en India en octubre.
Muchos países suspendieron o limitaron sus conexiones con India para impedir la propagación de la variante que, sin embargo, ya se encuentra en al menos 44 países, indicó el martes la OMS.
Fuera de India, el Reino Unido sería el país con más casos de esta variante, que la OMS calificó esta semana de "preocupante", sumándose así a las otras tres detectadas en Gran Bretaña, Brasil y Sudáfrica.
El jefe del gobierno regional de Guyarat, Vijay Rupani, aseguró que seguían las directrices del Consejo Indio de Investigación Médica, estipulando que solo las muertes "directamente provocadas" por el covid-19 pueden registrarse como tal.
En cambio, las muertes vinculadas a la coexistencia de dos o más enfermedades en un mismo individuo (comorbilidad) no se tienen en cuenta.
En Lucknow, capital del estado de Uttar Pradesh (norte), en el cementerio musulmán de Aishbagh, el enterrador Hafiz Abdul Matee recuerda que, antes de la pandemia, había entre cuatro o cinco entierros diarios.
"Hoy, se han inhumado aquí 45 cuerpos de víctimas de covid", aseguró a AFP. "Hemos aumentado el número de sepultureros, pero no es suficiente ya que los hombres se cansan y caen enfermos", explicó.
Las cifras oficiales en otros estados, como Haryana (norte), tampoco cuadran con el número de entierros. Según la prensa local, lo mismo ocurre en Nueva Delhi.
"Nuestra estimación es que el gobierno no registra el 50% de los decesos por covid-19", indicó a AFP Jitender Singh Shanty, responsable de uno de los 26 crematorios de la capital.
Contactado por AFP, el portavoz del partido de Modi, R.P. Singh rechazó que las cifras estén subestimadas y achacó la diferencia a maniobras políticas. "Nadie puede ocultar cifras en nuestra época".
"En India, no combatimos sólo una pandemia sino también una seria batalla de datos, intercambio de datos y transparencia", dijo a AFP Rijo M. John, economista e investigador en salud pública.
Para Anant Bhan, datos inexactos dificultan la comprensión de la pandemia por la población y el gobierno. "Si no se conocen bien los datos, no se puede lanzar una respuesta eficaz", agregó
Sonalika Sahay, una universitaria de 22 años, cuestionó los datos oficiales: "El gobierno dice que (...) la situación mejora. ¿Cómo es posible entonces que se arrojen cadáveres a los ríos por decenas?".
AFP
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