La descentralización se transformó en un nuevo escenario de disputas

Creados durante la primera administración de Tabaré Vázquez, los municipios tuvieron como objetivo descentralizar las tareas del gobierno departamental de modo que las decisiones administrativas estuvieran más cerca de las necesidades de la gente.

Pero, a poco de andar, ese "tercer nivel de gobierno" se ha convertido en centro de disputas políticas y económicas que en ocasiones llegaron al punto del ridículo.

Los intendentes miran con desconfianza a esos funcionarios que tienen la potestad de resolver asuntos tales como la iluminación de ciertas calles, el barrido, o la poda de árboles.

Entre otras cosas, los jefes comunales consideran que las intendencias ya tienen bastantes problemas financieros como para andar solventando el funcionamiento de las alcaldías. Así se lo plantearon al gobierno central y luego de varias discusiones se llegó a un acuerdo para que el poder central solvente 30% de ese gasto y las comunas asuman 70% siempre y cuando su economía crezca en los próximos años.

Pero, además, hay otras desconfianzas que los intendentes suelen alimentar por experiencia propia.
Es así que, tras asumir, el intendente frenteamplista de Paysandú, Guillermo Caraballo, pudo comprobar que la descentralización tiene sus bemoles cuando encabezó una recorrida por el departamento para participar de la asunción de los nuevos alcaldes y el nacionalista Ramiro Ayende le impidió la entrada a la alcaldía de Porvenir. El acto tuvo que hacerse en la vereda.

"Se terminaron los sheriff. Yo soy bueno pero no soy nabo, arreándome con el poncho no corre", dijo el jefe comunal pero, de cualquier manera, hubo que esperar para que las nuevas autoridades asumieran como es debido. Ayende estaba enojado por la destitución de un funcionario de su confianza.

Algo similar ocurrió en el municipio de Vergara, una ciudad de 4 mil habitantes de Treinta y Tres cuando la alcaldesa saliente, María del Carmen Muníz, se negó a entregarle el cargo a Fidencio González, quien pertenece al mismo sector del Partido Nacional.

El libro de actas tuvo que ser sacado del municipio para que el intendente Dardo Sánchez y el nuevo alcalde pudieran firmarlo. Luego, la Policía entró al local e hizo salir a Muníz quien fue abucheada por los presentes.

Anárquico
A este tipo de acontecimientos pareció referirse el intendente nacionalista de Colonia, Carlos Moreira, cuando el 23 de junio durante una reunión entre los jefes comunales de todo el país y el presidente Tabaré Vázquez, advirtió que el trabajo de la relación entre las intendencias y los municipios debe ser "institucionalizada" para que no haya "comportamientos anárquicos".

En la propia izquierda sienten que los municipios se han convertido en centros de poder a veces hostiles. Por ejemplo, en un reciente documento elaborado por la Mesa Política del Frente Amplio se hizo alusión a los enfrentamientos entres las alcaldías blancas y las intendencias frenteamplistas.
"Será muy difícil para algunos de nuestros gobiernos departamentales hacer frente a la guerra ya instalada desde el interior profundo de esos departamentos. No podemos caer en prácticas que terminen dando la razón a quienes ahogaron sistemáticamente a los gobiernos municipales por entenderlos como los adversarios del poder del intendente", se advirtió en el escrito.

En Montevideo las alcaldías de las zonas costeras ganadas por el Partido Nacional también son fuente de luchas por parcelas de poder.
Mientras el Frente Amplio ya está trazando estrategias para recuperar esos municipios, los alcaldes nacionalistas se están quejando porque no van a recibir del poder central el dinero que tenían previsto.

El Poder Ejecutivo dispuso que los municipios reciban su porcentaje de dinero por la cantidad de habitantes pero también por las necesidades básicas insatisfechas de sus vecinos.