Cuando cada día a las 20 horas los vecinos de la ciudad española de Vigo salen a sus balcones a aplaudir en apoyo a los médicos en plena crisis sanitaria, Hermann Schreider, un octogenario alemán sale con su armónica al encuentro con su público. El hombre, al igual que su esposa, padece alzheimer y cree que las arengas de sus vecinos son en alusión a su actuación musical.
Tamara Sayar, su cuidadora, fue quien le hizo creer que los aplausos eran para él y, gracias a eso, el anciano ensaya con entusiasmo todos los días su repertorio. "No sé si he creado un monstruo, porque ahora Hermann ensaya todo el día”, contó la mujer a EFE y definió a Hermann como un hombre "simpático, muy sensible, de emoción fácil”.
La armónica acompaña a Hermann desde sus cinco años y ahora, es su orgullo de cada tarde.“Pedazo concierto, eh, Hermann”, “¿ves? Te has puesto nervioso. Mucho público. Yo entiendo”, lo alienta Tamara mientras lo graba. Él sonríe y continúa con su show.
Una vez finalizada la actuación, y los aplausos, Hermann se va a lavar las manos. Porque Tamara diseñó un gran cartel con esa advertencia escrita en alemán, dado que él ya no recuerda cómo hablar español.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá