La consigna es tentadora aún para quienes tienen una vista impecable: mediante una operación que dura tan solo ocho minutos y que no provoca dolor, es posible ver tres veces mejor que la
visión estándar, sin usar lentes comunes ni de contacto. Por si esto fuera poco, esa visión superhumana dura de por vida.
Este avance científico, tan espectacular que parece propio de la ciencia ficción, fue desarrollado por el optometrista Garth Webb. Se trata de un lente biónico llamado Ocumetics Bionic Lens y promete hacer que los problemas de visión pasen a la historia.
La vista perfecta se logra "sin importar qué tan mal vean sus ojos", dijo Webb a
CBC News. En su opinión, estos implantes serían ideales para quienes dependen de lentes correctivos y superan los 25 años, es decir, cuando las estructuras del ojo están completamente desarrolladas.
Además de ser un procedimiento indoloro, similar al de la cirugía de cataratas, "tomaría unos ocho minutos y la vista de un paciente se corregiría inmediatamente", informó el citado medio.
Como CEO de Ocumetics Technology, Webb pasó ocho años e invirtió US$ 3 millones en investigación y patentes para Ocumetics Bionic Lens. En dos años, este revolucionario producto estará a la venta. Según Webb: "La visión perfecta debería ser un derecho humano".