Una enfermedad, el posible secreto de la belleza de la Mona Lisa

Sin embargo, un estudio reciente explica que la belleza del cuadro puede estar dada por una enfermedad. Y el diagnóstico sería hipotiroidismo.

Se entiende que el atractivo del cuadro podrían ser las imperfecciones de la enfermedad, que es lo que le da la misterio y encanto, según explicó en una Carta al Editor de la revista Mayo Clinic proceedings, Mandeep R. Mehra, director médico del Heart & Vascular Center (hospital de mujeres de Brigham). Este afirmó que el enigma de su belleza se puede resolver con un diagnóstico de hipotiroidismo.

Para el médico de la clínica Heart, algunos puntos observables del retrato podrían sustentar su hipótesis, como las lesiones en la piel o la hinchazón de las manos. Estas marcas son propias de un desorden metabólico relacionado con los lípidos y problemas del corazón conocido como hiperlipidemia, según dijo el profesional.

El médico explicó que la enigmática sonrisa de la Mona Lisa podría deberse a una parada facial periférica o parálisis de Bell, "lo que explicaría el semblante ligeramente antinatural".

Como para terminar de afirmar su teoría, “el médico explicó que el pelo fino y pajizo, tono amarillento de la piel o el ligero bocio que se observa en la pintura son detalles esenciales”.

Consecuencias del hipotiroidismo

La tiroides es una de las glándulas más importantes de nuestro sistema endocrino y se encarga de producir hormonas tiroideas que controlan diversos aspectos del metabolismo y crecimiento. La glándula se sitúa en la parte delantera del cuello, desde donde envía las señales hormonales a todas las partes de nuestro cuerpo.

El hipotiroidismo está asociado, entre otras cosas, al consumo de yodo, un micronutriente necesario en nuestra dieta.

Sin embargo, cuando la glándula se descontrola puede causar problemas metabólicos: mala asimilación y acumulación de grasas, fatiga, entre otras cosas. Además reduce la actividad metabólica, y por eso genera hinchazón, menor ritmo cardíaco, cansancio, depresión.

En realidad, jamás podremos saber qué hace tan especial a La Gioconda. Al menos, la ciencia ha avanzado lo suficiente para hacer un diagnóstico a través de un cuadro pintado siglos atrás.