Temas > Columna de los Lic. en Nutrición Miguel Kazarez y Florencia Rosa

Las cenas: ¿son buenas, malas, o necesarias?

Comer con toda la familia favorece la interacción y el vínculo en el hogar
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26 de julio de 2017 a las 05:00

Existen muchas opiniones encontradas respecto a la cena, algunos creen que se debe consumir poca cantidad, otros que es mejor salteársela y para otros es la principal comida del día, porque comparten un momento con su familia.

En la cena, como es la ingesta final del día, es necesario incluir una serie de nutrientes imprescindibles para afrontar las horas de ayuno hasta la mañana siguiente. Es un mito que el consumo de hidratos de carbono por la noche engorda más. Carece de fundamento científico. El aporte calórico de los alimentos es constante a lo largo de todo el día, no varía por horario.

A su vez, el hígado es el responsable de mantener la concentración de azúcar en sangre durante toda la noche. Por tanto, el aporte de alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras o cereales integrales, favorecerá el control de la glicemia y el trabajo hepático.

De igual forma, comer en exceso tampoco es positivo, ya que sobrecarga el trabajo estomacal. Puede provocar malestar y retrasar el vaciado gástrico. Lo aconsejable es consumir en cantidades moderadas y evitar acostarse a dormir enseguida de comer.

Por otro lado irse a dormir con el estómago vacío, puede interferir con los patrones de sueño, generando un atracón nocturno. Se recomienda disminuir la ingesta de alimentos con gran aporte energético, ricos en azúcar y grasas, dado que el cuerpo se encontrará bastantes horas en reposo y el gasto será menor. Los alimentos como la soya, el atún y el maní contienen triptófano, que ayuda al organismo a producir serotonina y relajación.

Lo aconsejable es consumir en cantidades moderadas y evitar acostarse a dormir enseguida de comer

Se recomienda que en caso de ingerir proteínas al mediodía (carnes vacuna, de pollo o pescado) se evite su consumo en la noche, de modo de evitar los excesos. De no haber sido así, no hay problema de comer proteínas en la cena, evitando en lo posible las carnes rojas.

Por lo general la cena es un momento de unión de toda la familia, que favorece la interacción y el vínculo. Para quienes cuentan con niños pequeños, es una excelente oportunidad para incentivar la incorporación de hábitos saludables. Hay que tener en cuenta que los hijos suelen imitar el comportamiento de los padres con respecto a la alimentación.

A su vez, se aconseja presentar preparaciones de frutas y verduras, por los enormes beneficios que tienen en el organismo y para convertirlo en una costumbre desde edades tempranas. A mayor cantidad de Fibra consumida, mayor probabilidades de desarrollar un control del peso corporal.

La cena es un momento de unión de toda la familia, que favorece la interacción y el vínculo.

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