Lezica tendrá su espacio

Con un polideportivo, un centro cultural, un liceo, viviendas y el realojo de un asentamiento, la Intendencia de Montevideo (IMM) pretende crear en Lezica una infraestructura que permita la integración social, al igual que lo hicieron las plazas Líber Seregni y Un lugar para todos, en los barrios Tres Cruces y Casavalle, respectivamente.

Aunque a una menor escala que el plan Cuenca Casavalle, el plan Lezica-Colón, que ya comenzó a implementarse, busca cohesionar a esos dos barrios, al crear un espacio público calificado. Se trata de “un proyecto urbano integral” que crea una “nueva centralidad” en la zona y asocia los distintos intereses y necesidades que plantean los vecinos, explicó a El Observador el director de planeamiento de la IMM, Juan Pedro Urruzola.

Según dijo Urruzola, el proyecto se llevará a cabo en un predio de unas seis hectáreas, ubicado sobre la avenida Lezica, cercano al complejo América y que colinda con el castillo de Idiarte Borda. El terreno era antiguamente propiedad del Banco Hipotecario (BHU) y durante varios años los vecinos se disputaron la realización de diferentes proyectos. Unos planteaban la utilización de la totalidad del predio para viviendas a través de cooperativas sociales; otros querían hacer un megaparque deportivo, y otros buscaban un lugar donde realojar los asentamientos El Apero, 8 de Mayo y Nuevo Colón, ubicados al frente de esos terrenos.

Luego de que la IMM adquirió ese espacio, con la redistribución de bienes al inicio de la gestión, los intereses continuaban encontrados, por lo que se decidió adaptarlos y reformularlos para que pudieran coexistir en el mismo territorio.

Centro de diversidad
Villa Colón fue durante mucho tiempo un pueblo de “recreo”, donde se ubicaban las residencias temporales de la alta sociedad montevideana. Con el crecimiento de la población, el territorio que ahora comprende los barrios Lezica y Colón comenzó a repartirse, y las casas quinta pasaron a integrar también la capital, rodeadas de viviendas particulares y más tarde, como es el caso del castillo Idiarte Borda, pasando incluso a quedar en el entorno de asentamientos irregulares.

A través de este proyecto se busca, de alguna manera, integrar la diversidad de realidades que conviven en esos dos barrios, como forma de dar un ordenamiento al territorio. La realización de este proyecto comprende a 800 habitantes que, si bien ya formaban parte del barrio, se integrarán a través de cuatro cooperativas de viviendas y del realojo de 35 familias. Eso implicó, a la hora de pensar el proyecto, dijo Urruzola, el ver la forma en que los nuevos vecinos se van a relacionar y compartir el espacio público, teniendo en cuenta que, además, a la población que residirá en el predio se agregan los habitantes del Complejo América. Se prevé que unas 50 mil personas accedan solamente para utilizar el espacio del polideportivo.

En ese sentido, el alcalde del Municipio G –donde se encuentra el predio proyectado–, Gastón Silva, aseguró a El Observador que el plan Lezica-Colón tendrá un fuerte impacto social, ya que “va a permitir la integración de vecinos de diferente calidad y situación de vida”. Según se plantea desde el municipio, las instalaciones culturales y deportivas que se proyectan para la zona “impactarán en el entorno, de la misma forma que la plaza Seregni y la plaza Casavalle, provocando el mejoramiento social”, comentó.

El proyecto contendrá un polideportivo de última generación, que contará con canchas para distintos deportes y se alimentará de energía a través de paneles solares. Se prevé que el mismo esté finalizado en 2016 y para ello el municipio invertirá US$ 2 millones. Se proyecta una usina cultural, que llevará a cabo el Ministerio de Educación, una piscina y una pista de skate. Además, al igual que en Casavalle, se buscará recuperar una cañada existente en el predio y que desemboca en el arroyo Pantanoso, la que será canalizada a cielo abierto, explicó Urruzola.

Por otra parte, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) construirá un liceo en el predio, de acuerdo con una “proyección en relación con la posible matrícula”, explicó a El Observador la directora de Secundaria, Celsa Puente. El liceo se sumará a la oferta educativa de los centros 74, 62 y 9, y funcionará con Ciclo Básico para evitar el “desborde de los centros que ya están funcionando”, dijo la jerarca. Para decidir su instalación se realizó un estudio que comprobó las posibles matrículas y lugares que se necesitarían. “Está ya planificado de acuerdo con las viviendas”, dijo. El liceo es parte de un intento de generar centros como una “respuesta urbana”, afirmó Puente.