Los Hyperloop de ayer y hoy

Elon Musk no es el único que apunta al lanzamiento de Hyperloop, el tren hipersónico, sino que ya salieron a la luz varios competidores. Actualmente ya está encaminada la prueba final del invento de Musk con varios contratos internacionales sobre la mesa. Estaba prevista para 2016, pero en el proceso de fabricación se extendió en el tiempo.

Pero no fue la primera idea de su tipo. El CEO de Hyperloop, Dirk Ahlborn, dijo al sitio Hipertextual que, además de la fantasía creada por Futurama, ya existían antecedentes. En 1870, Alfred Ely Beach realizó un diseño que se asemeja a lo que es hoy el Hyperloop. Tenía como objetivo crear un tubo neumático para que circularan cápsulas con pasajeros. Beach quería hacer un sistema más parecido a los trayectos del metro de la ciudad que a largas distancias. Luego, en 1900 hubo un intento de convertir Nueva York en una suerte de "queso gruyere", similar a la idea de Futurama de los tubos de vacío.

Ahora hay más propuestas que las de Musk. Mientras que su Hyperloop llegó a los 386 kilómetros por hora y tiene por objetivo llegar a 1.200 a futuro, el chino T- Flight busca rozar los 4.000 kilómetros por hora para el trayecto entre Shanghái, Chengdu, Guangzhou y Wuhan. Hasta el momento no se realizó ninguna prueba.

Sin alejarse de la zona, también existe el ET3, que propone una idea similar a la de Musk. Busca alcanzar los 600 kilómetros por hora y tendrá un costo de US$ 50 por trayecto, según informó el CEO de la empresa Daryl Oster. A diferencia del Hyperloop, el ET3 tiene trayectos de más larga distancia. En los papeles se tiene la intención de unir EEUU con India en menos de tres horas.

Recientemente se sumó un modelo de origen canadiense a la lista de futuros trenes hipersónicos. Todavía no cuenta con mucha financiación, pero TransPod pretende recaudar US$ 50 millones en rondas de financiación para intentar alcanzar los 1.000 kilómetros por hora. No tiene muchas diferencias con la idea original. Tiene en la mira hacer una serie cabinas similares a aviones sin alas que funcionen por propulsión magnética a base de rieles. Circularían por túneles y servirían para unir las ciudades separadas por medio mundo.