Los niños maltratados son más propensos a padecer bipolaridad

La bipolaridad es una enfermedad mental que afecta a todos los aspectos de la vida de quienes la padecen. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la sexta causa de discapacidad a nivel mundial y lo enfrenta entre 1 % y 2 % de la población.

Pica Ruiz explicó que el trastorno afectivo bipolar es una enfermedad psiquiátrica caracterizada por cambios anímicos prolongados. "Es un estado en el que la persona pasa de la exaltación, llamada manía, a momentos de depresión en los que se tiene poca energía".

El desarrolla se provoca por varios poligenes alterados y también por factores externos. Es decir, si en la familia han habido suicidios, problemas de alcoholismo o drogadicción, las personas son más propensas a padecerlo. El factor genético del trastorno afectivo bipolar "puede permanecer latente en el ADN al desarrollar hábitos saludables, o bien ser resiliente", dijo la experta. "La resiliencia tiene que ver con la capacidad de resistir las crisis de la vida y seguir", agregó.

No obstante, el detonador genético suele activarse si existe maltrato durante la infancia, cuadros de depresión en la adolescencia y en etapas de duelo. "De acuerdo con datos del Congreso de la Sociedad Internacional de Trastorno Bipolar, hay niños de 12 años con el padecimiento, cuando los síntomas se presentan entre los 18 y 20 años, comúnmente", manifestó.

A su vez, existen diferentes tipos del trastorno bipolar. Uno de los más comunes es el Tipo 1, que se representa a través de episodios de manía, exaltación de afecto, ausencia de sueño durante días, incremento de energía y deseo sexual. Las crisis pueden durar hasta dos semanas aproximadamente.

Otro de es el Tipo 2, que se manifiesta con episodios de hipomanía, reflejados en alteraciones anímicas menores y con una duración aproximada de cuatro días. Estos pacientes sufren casi el 50 % del tiempo a lo largo de sus vidas con episodios intensos o síntomas aislados.

Este padecimiento pasa a ser crónico y afecta de sobremanera la calidad de vida de las personas. Lo que provoca sufrimiento, incapacidad, menos productividad, mayor necesidad de tratamientos médicos y, en algunos casos, suicidio. Según la OMS, la primer causa de muerte de estos pacientes es la autoeliminación. Tienen 15 veces mayor riesgo que la población en general de atentar contra su propia vida.

Además, esta enfermedad se caracteriza por los diagnósticos tardíos. Suelen confundir los síntomas con ansiedad o depresión. "Hay pacientes que tardan hasta 10 años en ser diagnosticados a partir de su historial clínico, lo que incrementa el riesgo de padecer diabetes, hiperlipidemias y problemas de la tiroides", explicó la experta.

El tratamiento suele realizarse a base de estabilizadores y antipsicóticos atípicos. Sin embargo, Pica Ruiz recomendó acompañarlo con la psicoeducación y terapia de ritmo social. "Se concientiza al enfermo y familiares sobre el padecimiento y se promueve el trabajo en equipo mediante una bitácora que registre las actividades del paciente, así como sus periodos de crisis", expresó.

El trastorno bipolar afecta todos los aspectos de la vida de quienes lo padecen. Un diagnóstico a tiempo y seguir unas pautas claras son clave para limitar su impacto.

El pasado viernes se celebró el Día Mundial del Trastorno Bipolar como todos los 30 de marzo. Se estableció este día en honor al artista holandés Vincent Van Gogh (1853-1890), nacido en esa fecha y quien sufría de este padecimiento.