La mayoría de los smartphones tienen certificaciones IP67 o IP68 dependiendo de qué tan resistentes son a las partículas de polvo y al agua, pero ¿qué significan las clasificaciones?
IP representa la marca de protección internacional, una norma elaborada por la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC). El primer dígito representa su resistencia al polvo, pero también a la suciedad y a la arena en general. El segundo dígito proporciona la certificación de resistencia al agua. Una calificación de 7 asegura que "la entrada de agua en cantidades nocivas no será posible cuando el gabinete esté sumergido bajo condiciones definidas de presión y tiempo (hasta un metro de inmersión y 30 minutos). Una calificación de 8, por su parte, significa que el aparato puede estar bajo el agua durante 30 minutos a profundidades de hasta un metro y medio.
Entonces, si la arroja al inodoro o a la bañera, probablemente estará bien. Si se le derrama un vaso, funcionará perfectamente. Si salta en la piscina con el celular todavía en el bolsillo, hay posibilidades de que sobreviva.
Pero, aunque estas certificaciones permiten inmersiones, hay que tener en cuenta que las pruebas de IP se llevan a cabo en condiciones de laboratorio mientras el teléfono está apagado, por lo que hay una posibilidad mucho mayor de que deje de funcionar si la inmersión sucede en condiciones normales. Mejor no arriesgarse. El
Samsung Galaxy S8 y Note 8, el Moto X4, el Sony Xperia XZ Premium y el Caterpillar S41 tienen certificación IP68. En cambio, el
iPhone X, el HTC U11, el LG G6 tienen certificación IP67.