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Más de 17 millones de bebés viven en zonas de alta contaminación
Esto puede poner en riesgo el desarrollo cerebral y dañar los pulmones
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11 de diciembre de 2017 a las 05:00
Al menos 17 millones de bebés viven en zonas donde la contaminación es seis veces superior a los límites considerados salubres. Esta problemática pone en riesgo el desarrollo cerebral de los pequeños, como también daña sus pulmones.
El informe, llamado Peligro en el aire y difundido en Dacca, más de tres cuartas partes de los menores de uno año que respiran niveles de polución seis veces por encima de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), viven en el sur de Asia. Esto corresponde a alrededor de 12,2 millones de bebés.
En la misma línea, Unicef explicó que muchos de estos niños viven en condiciones desfavorables. Están expuestos a riesgos medioambientales por la falta de agua potable y condiciones sanitarias que los hacen vulnerables a enfermedades infecciosas.
En extremo Oriente y la región del Pacífico viven unos 4,3 millones de bebés en estas condiciones.
Según el informe, las partículas ultrafinas de contaminación pueden penetrar en el torrente sanguíneo y dañar la barrera entre la sangre y el cerebro causando neuroinflamación. Esto se convierte aún más peligroso en el caso de los bebés, ya que su cerebro es más vulnerable.
Algunas partículas pueden dañar áreas clave para la comunicación entre neuronas, mientras que otras cuentan con una carga magnética que puede llevar a enfermedades neurodegenerativas.
Por ello, Unicef llamó a invertir en energías renovables, mejorar el acceso al transporte público, facilitar que los niños viajen a horas del día con menos polución en el aire y a robustecer la salud de los bebés en general para que tengan más resistencia a la contaminación.
Según advirtió el el director ejecutivo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Anthony Lake, "las sustancias contaminantes no sólo dañan los pulmones en desarrollo de los bebés, también pueden dañar permanentemente sus cerebros y, por tanto, su futuro".
El informe, llamado Peligro en el aire y difundido en Dacca, más de tres cuartas partes de los menores de uno año que respiran niveles de polución seis veces por encima de lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), viven en el sur de Asia. Esto corresponde a alrededor de 12,2 millones de bebés.
En la misma línea, Unicef explicó que muchos de estos niños viven en condiciones desfavorables. Están expuestos a riesgos medioambientales por la falta de agua potable y condiciones sanitarias que los hacen vulnerables a enfermedades infecciosas.
En extremo Oriente y la región del Pacífico viven unos 4,3 millones de bebés en estas condiciones.
Según el informe, las partículas ultrafinas de contaminación pueden penetrar en el torrente sanguíneo y dañar la barrera entre la sangre y el cerebro causando neuroinflamación. Esto se convierte aún más peligroso en el caso de los bebés, ya que su cerebro es más vulnerable.
Algunas partículas pueden dañar áreas clave para la comunicación entre neuronas, mientras que otras cuentan con una carga magnética que puede llevar a enfermedades neurodegenerativas.
Por ello, Unicef llamó a invertir en energías renovables, mejorar el acceso al transporte público, facilitar que los niños viajen a horas del día con menos polución en el aire y a robustecer la salud de los bebés en general para que tengan más resistencia a la contaminación.
