A partir de ello, el Ministerio de Defensa ordenó controles más estrictos del arsenal de fuerza militar el que se basa no solo en el tradicional recuento sino verificar los números que identifican a cada arma.
Pero en los dos últimos años, 19 armas de alto poder han desaparecido de los arsenales militares además de variada munición para alimentarlas. Solo se pudo recuperar un fusil FAL.
Primero la Fuerza Aérea Uruguaya (FAU) y luego la Armada Nacional detectaron importantes faltantes. Como consecuencia de ello, cuatro soldados de la FAU y otros dos de la Armada marcharon a prisión.
En enero de este año, un procedimiento de la Brigada Antidrogas derivó hacia un faltante de fusiles y pistolas del navío ROU 26 Vanguardia
en Uruguay suministró a la organización armas pesadas a cambio de cocaína.
Mediante escuchas telefónicas y paciente investigación, la Armada Nacional y la Brigada Antidrogas llegaron al fondo de la trama cuando lograron establecer que las armas, cuatro fusiles FAL y dos pistolas Browning 9 mm había sido hurtadas del buque ROU 26 Vanguardia, un navío que asiste a la base Artigas en la Antártida.
Al quedar al descubierto la maniobra, dos marineros que revistaban en el navío de guerra uruguayo fueron arrestados y admitieron ante la Justicia Penal que canjearon las armas por droga la que vendieron luego en provecho propio.
Hasta hoy, las armas no aparecieron.
Algo más atrás en el tiempo, concretamente a fines de 2007, le tocó a la Fuerza Aérea Uruguaya sufrir en carne propia un robo de armas. Las mismas fueron hurtadas ante las narices de los oficiales de la base aérea Boiso Lanza.
No fue un robo menor. Se llevaron 11 fusiles FAL de asalto y dos subametralladoras FMK-3, hecho que movilizó a la Policía de inmediato y se logró atrapar a un par de delincuentes que tenían establecida una organización delictiva dedicada al tráfico ilegal. Si bien la Policía procedió con rapidez, solo se pudo recuperar un fusil FAL.
Ocho personas fueron procesadas, entre ellas un recluso que estaba alojado en el Comcar y que se dedicaba a conseguir los compradores y cuatro militares de la Fuerza Aérea quienes hurtaban las armas.
(Observa)