Modalidad de “vecinos alerta” se extiende a plaza Zabala para evitar robos

La plaza Zabala se ha convertido en un punto de estacionamiento de delincuentes y de agresión contra vecinos y turistas”, dijo Txepi Ruiz, una de las voceras del colectivo de vecinos Seguridad Ciudadana y propietaria de un hostel a dos cuadras de la calle Circunvalación Durango en Ciudad Vieja.
Seguridad Ciudadana ya cuenta con más de cien personas alertas alrededor de la plaza. El funcionamiento es similar a la campaña que inició la Comisión de Seguridad Vecinos de Punta Carretas en diciembre de 2012 y que fue imitada en Carrasco Norte. Son vecinos “proactivos” que se reúnen periódicamente con el alcalde del Municipio B, Carlos Varela, y con autoridades de la Intendencia de Montevideo, y han impulsado la remodelación de la plaza Zabala. Si tienen que salir a correr a un ladrón, lo hacen.
Muchos andan con silbatos para dar la señal de que sucede algo sospechoso o hay un delito en proceso y el resto de los vecinos responde. Si es de noche, encienden todas las luces de su casa, o se comunican entre ellos por teléfono. Todos conocen los números telefónicos de sus vecinos.
“Aplicamos varias tácticas”, afirmó Ruiz. Pero eso tiene su precio. “Ellos ya saben donde vivimos”, lamentó. Al hostel le han roto los vidrios más de una vez.
Ruiz relató que ya atendió a cinco huéspedes que llegaron “ensangrentados” luego de ser abordados por ladrones en una plaza muy oscura. Muchos otros han llegado corriendo para evitar ser asaltados. “El domingo pasado –por el 15 de diciembre– hubo cuatro arrebatos en 20 minutos. Algunos vecinos salimos (a la calle) para bajar la presión”, agregó.
Otro miembro de Seguridad Ciudadana, que no quiso revelar su nombre, agregó que la situación de inseguridad que se extiende de la plaza al barrio –para él ya no llamado Ciudad Vieja sino “La Olvidada”– no permite que se produzca el “desarrollo social y económico que merece” la gente.
El hostel de Ruiz como otros alojamientos de la zona tiene opiniones negativas en sitios web de turismo por la ubicación y no por el servicio. Muchos usuarios advierten que no se puede circular después de las 18 horas y dan cuenta de los robos de dinero y cámaras fotográficas que sufrieron durante su estadía. “Vine a este país con la decisión de invertir, pero me dan ganas de salir corriendo. Es una injusticia”, dijo Ruiz, que es venezolana.
El “drama” que pintó el vecino se completa con las casas abandonadas o en estado ruinoso que “albergan pastabaseros y gente de la calle” y los estacionamientos que al no estar cercados “se convierten en espacio de repartija de botines de los delincuentes”.
Varela desestimó que la zona presente un problema de seguridad que impida la circulación. No obstante, el alcalde coincidió con los vecinos en que mejorarán los alrededores de la plaza Zabala cuando esté funcionando el sistema de cámaras de seguridad del Ministerio del Interior.
Plaza Zabala cuenta con servicio de cuidaparques en tres turnos desde unos meses, una conquista de los vecinos. “Ayuda y mucho”, afirmó Varela, pero lamentó que “sufran la falta de respeto ciudadano”, de personas que insisten en llevar a sus perros, o que cortan las flores recién plantadas. Pero su presencia no es suficiente para disuadir los arrebatos.
Recién ahora se están terminando las obras de acondicionamiento que se iniciaron en julio de 2012 debido a los contratiempos que sufrió el proyecto. La IMM debió rescindir el contrato y ejecutar la garantía al constatarse incumplimientos por parte de la empresa. “Fue ineficiente”, señaló el alcalde.
Uno de los problemas fue la mala colocación del suelo de goma en el sector infantil.
El costo estimado de las obras era $ 2,5 millones con dos fuentes de financiamiento: el Presupuesto Participativo y el Fondo Especial de Japón y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el marco del Programa de Revitalización Ciudad Vieja.
Los trabajos comprendieron mejoras de los pavimentos, construcción de cinco rampas de acceso para discapacitados, cordonetas de ladrillo, restauración de la reja perimetral, acondicionamiento lumínico, de canteros y de espacio de juegos para niños y aparatos de gimnasia.
Aunque este es uno de los pocos rincones para el disfrute de los pequeños en la Ciudad Vieja, algunos vecinos consideran que fue un sacrilegio haber convertido un icono turístico en una “placita barrial”.
Mario, un veterano del barrio, asume su condición de cascarrabias, pero dijo a El Observador que hubiese preferido que la plaza hubiera recuperado su aire afrancesado. “Pero ahora tenemos pedregullo y vagabundos durmiendo sobre él”, apuntó.
En estos días se incorporaron florales y antes de fin de año se instalarán las nuevas luminarias con tecnología led pero con diseño de época y focos especiales para el monumento a Bruno Mauricio de Zabala, obra del español Lorenzo Coullaut Valera e inaugurado en 1931. Esto es lo más esperado por los vecinos porque dotará de más seguridad a un entorno oscuro. Ruiz espera que amedrente a los “malos residentes” de la plaza.
El plan del Municipio B para 2014 es darle a la plaza un “agregado cultural” para que se convierta en un espacio para diversas actividades los fines de semana cuando, en general, hay más movimiento de turistas pero los museos y muchos comercios cierran sus puertas, así la plaza no queda desolada.
La idea entusiasma a los vecinos. Un miembro de Seguridad Ciudadana señaló a El Observador que quiere que “los niños, jóvenes y adultos mayores convivan sin problema”.
Un pedido de los vecinos es la reparación de las fuentes que ahora están llenas de piedras. l