"Hemos perdido el derecho a escandalizarnos cuando los clandestinos y los pordioseros profanan nuestras iglesias y las transforman en pocilgas humanas, cagando detrás del altar o haciendo pis contra las columnas, expandiendo sus olores nauseabundos bajo las bóvedas sagradas", escribió Bardot en su libro, ante el escándalo de organizaciones de defensa de los derechos humanos.
Brigitte Bardot, de 69 años, que ya fue acusada en el pasado por las mismas razones, aseguró hace un mes cuando declaró ante el juez por este asunto que no sentía "el odio" que le reprochan y aseguró que no quiso "herir a nadie". "Me opongo a la islamización de Francia. Esta sumisión forzada me da asco. Nuestros ancestros, nuestros abuelos y nuestros padres dieron sus vidas por echar a sucesivos invasores", dice en su libro Bardot, ardiente defensora de los derechos de los animales, que identifica en su libro sin ningún pudor Islam con terrorismo.
En su libro, la protagonista de "Y Dios creó a la mujer" lanzó también críticas contra el mestizaje. "Y así nos vemos obligados a mezclar nuestros genes por ser políticamente correctos", asegura un fragmento.
En efecto, según el tribunal, las afirmaciones de Bardot "manifiestan algo más que la simple opinión ante algunas prácticas del Islam" ya que "aborda un debate más amplio relativo a la influencia de la comunidad musulmana en Francia, ante la cual la actriz muestra una incontrolable animadversión física".
Además de críticas al Islam, "Un grito en el silencio" de Bardot contiene elogios a la derecha radical francesa, insultos a los homosexuales y una opinión favorable a la pena de muerte.
(AFP)
