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Nacional fue el reino de los errores y cayó frente a Santos
La flojedad y la distracción defensiva de los tricolores hizo que el cuadro brasileño le ganara 3-1
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15 de marzo de 2018 a las 21:25
Nacional estaba cumpliendo con el objetivo Errático y distraído, Nacional perdió 3-1 contra Santos en el estadio Pacaembú y puso en riesgo su clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores. Con dos partidos jugados, el tricolor suma solo un punto. Empezó bien, pero falló en momentos claves y terminó deslucido. Dos goles de Sasha y Rodrygo marcaron para el local; descontó Oliva.
Hasta el primer gol estaba cumpliendo con el objetivo que planteó Alexander Medina cuando diagramó el partido. Controlaba el juego de Santos, no pasaba zozobras y se animaba con alguna llegada a las cercanías del arco contrario. En menos de cinco minutos había generado dos tiros de esquina.
El Cacique salió a jugarle a Santos con un esquema totalmente diferente a los utilizados hasta este jueves. Armó una línea de tres zagueros que se extendía a cinco con el retraso de los laterales: Peruzzi, Corujo, Arismendi, Polenta y Espino. Delante de ellos otros cuatro a la hora de recuperar el balón: Zunino, Oliva, Romero y De Pena. Más adelante Bergessio, quien debía ser acompañado por las bandas, ya sea por De Pena por izquierda con más ambición de atacante y de Zunino por derecha. En ocasiones se sumó Espino.
Nacional jugaba cómodo en el Pacaembú. El desarrollo impreciso y el árbitro paraguayo Ulises Mereles no tenía contemplaciones. En 18 minutos de juego había mostrado seis tarjetas amarillas. En Nacional a los volantes Oliva y Romero y al zaguero Corujo, mientras que en Santos a los delanteros Rodrygo y Gabriel y al volante Cittadini.
Pero llegó de manera inesperada el gol en el minuto 19. Un tiro libre ejecutado con un centro al área, un cabezazo de Sasha y la floja reacción de Conde marcaron la apertura del score y el inicio de otro partido. Tantas veces salvó Conde a Nacional que llama la atención su error, porque la pelota que fue al medio del arco lo sorprendió. En el segundo tanto tampoco tuvo una correcta reacción.
Desde ese momento Santos se adueñó del trámite. Nacional con su doble 5 amonestado, comenzó a perder el mediocampo. Hubo un gol de Gabriel Barbosa anulado por posición adelantada y otra jugada de contragolpe que no terminó en gol por unos centímetros.
El equipo tricolor era avasallado. Perdía en velocidad y cuando llegaba cerca del área contrario no definía bien. De Pena tiró un centro a las manos del golero, Espino levantó otro pasado, mientras Bergessio, aislado, reclamaba a sus compañeros.
Antes del final del primer tiempo fue expulsado el delantero Gabriel por segunda amarilla, una determinación exagerada de Mereles porque no le cometió falta a Polenta.
Visto que Santos se quedó con 10 jugadores para el complemento, mandó un cambio ofensivo: sacó a Corujo y puso a Gonzalo Bueno. Cambió por un esquema 4-4-2. Pero de manera poco creíble, apenas iniciado el segundo tiempo, el conjunto brasileño marcó el segundo gol. Rodrygo, la figura que surge en Santos y que comparan con Robinho y Neymar, le ganó en velocidad a Romero y a Arismendi, y venció a Conde.
Un golpe de nocaut para un equipo que pensaba otra cosa para el resto del partido. Por eso el entrenador puso enseguida a Viudez. La velocidad y la electricidad del delantero generaron juego por derecha.
Sin ideas claras, Nacional se acercó a Vanderlei. Begessio fue mejor acompañado y recibió más pelota. Hasta que llegó el gol de Oliva con un derechazo tras un rebote. El tanto de la ilusión, porque además, unos minutos antes el golero Conde le atajó un penal a Arthur Gomes.
Pero otra vez la distracción defensiva permitió que antes de que se cumpliera un minuto del descuento, Santos consiguiera el tercero por intermedio de Sasha. Ahí se terminó el partido.
Hasta el primer gol estaba cumpliendo con el objetivo que planteó Alexander Medina cuando diagramó el partido. Controlaba el juego de Santos, no pasaba zozobras y se animaba con alguna llegada a las cercanías del arco contrario. En menos de cinco minutos había generado dos tiros de esquina.
El Cacique salió a jugarle a Santos con un esquema totalmente diferente a los utilizados hasta este jueves. Armó una línea de tres zagueros que se extendía a cinco con el retraso de los laterales: Peruzzi, Corujo, Arismendi, Polenta y Espino. Delante de ellos otros cuatro a la hora de recuperar el balón: Zunino, Oliva, Romero y De Pena. Más adelante Bergessio, quien debía ser acompañado por las bandas, ya sea por De Pena por izquierda con más ambición de atacante y de Zunino por derecha. En ocasiones se sumó Espino.
Nacional jugaba cómodo en el Pacaembú. El desarrollo impreciso y el árbitro paraguayo Ulises Mereles no tenía contemplaciones. En 18 minutos de juego había mostrado seis tarjetas amarillas. En Nacional a los volantes Oliva y Romero y al zaguero Corujo, mientras que en Santos a los delanteros Rodrygo y Gabriel y al volante Cittadini.
Pero llegó de manera inesperada el gol en el minuto 19. Un tiro libre ejecutado con un centro al área, un cabezazo de Sasha y la floja reacción de Conde marcaron la apertura del score y el inicio de otro partido. Tantas veces salvó Conde a Nacional que llama la atención su error, porque la pelota que fue al medio del arco lo sorprendió. En el segundo tanto tampoco tuvo una correcta reacción.
Desde ese momento Santos se adueñó del trámite. Nacional con su doble 5 amonestado, comenzó a perder el mediocampo. Hubo un gol de Gabriel Barbosa anulado por posición adelantada y otra jugada de contragolpe que no terminó en gol por unos centímetros.
El equipo tricolor era avasallado. Perdía en velocidad y cuando llegaba cerca del área contrario no definía bien. De Pena tiró un centro a las manos del golero, Espino levantó otro pasado, mientras Bergessio, aislado, reclamaba a sus compañeros.
Antes del final del primer tiempo fue expulsado el delantero Gabriel por segunda amarilla, una determinación exagerada de Mereles porque no le cometió falta a Polenta.
Visto que Santos se quedó con 10 jugadores para el complemento, mandó un cambio ofensivo: sacó a Corujo y puso a Gonzalo Bueno. Cambió por un esquema 4-4-2. Pero de manera poco creíble, apenas iniciado el segundo tiempo, el conjunto brasileño marcó el segundo gol. Rodrygo, la figura que surge en Santos y que comparan con Robinho y Neymar, le ganó en velocidad a Romero y a Arismendi, y venció a Conde.
Un golpe de nocaut para un equipo que pensaba otra cosa para el resto del partido. Por eso el entrenador puso enseguida a Viudez. La velocidad y la electricidad del delantero generaron juego por derecha.
Sin ideas claras, Nacional se acercó a Vanderlei. Begessio fue mejor acompañado y recibió más pelota. Hasta que llegó el gol de Oliva con un derechazo tras un rebote. El tanto de la ilusión, porque además, unos minutos antes el golero Conde le atajó un penal a Arthur Gomes.
Pero otra vez la distracción defensiva permitió que antes de que se cumpliera un minuto del descuento, Santos consiguiera el tercero por intermedio de Sasha. Ahí se terminó el partido.
