Niña Lobo en el videoclip de Fin de año
Nicolás Tabárez

Nicolás Tabárez

Periodista de cultura y espectáculos

Espectáculos y Cultura

Navidad musical uruguaya: un repaso por las canciones locales que hablan de las fiestas

De las melancólicas a las festivas, un repaso por las canciones del repertorio nacional que se ambientan en las celebraciones de fin de año
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24 de diciembre de 2022 a las 05:00

Se nos viene fin de año, festejamos Navidad, y la música suele estar presente. No solo ocupa la programación habitual de los canales abiertos de la televisión uruguaya en el camino hacia la medianoche y más allá, sino que también es irradiada por parlantes, equipos de sonido, televisores y demás dispositivos en bailantas familiares, con amigos, vecinos, desconocidos o quien sea, o simplemente como una compañía de fondo entre las comilonas, los brindis y las conversaciones más o menos acaloradas.

Y es también una pieza clave del ánimo festivo que rodea estas fechas de cierre de año (que se puede sentir de verdad o estar algo impuesto por presiones sociales o comerciales). Las canciones navideñas son mucho más prolíficas en aquellas zonas del mundo donde la Navidad es uno de los grandes eventos del cronograma anual por razones culturales o religiosas, como pasa en Estados Unidos, donde los temas festivos son casi un subgénero en si mismo.

Y no estamos hablando de villancicos cantados por coros de niños simpáticos y rubicundos que van casa por casa como se ve en las películas, sino de canciones de estructura pop, de temática navideña. Algunas se han traducido y se escuchan también por esta zona del mundo, desde el clásico Jingle Bells hasta el Feliz Navidad de José Feliciano. Y ni que hablar de ese fenómeno que es All I want for Christmas is you de la cantante estadounidense Mariah Carey, que cada diciembre revive en las listas de hits y que genera periódicos análisis y publicaciones sobre su historia, casi como una tradición festiva más.

Aunque la influencia cultural, el marketing y el capitalismo jueguen su partido en distorsionar un poco la percepción que hay de la Navidad en esta parte del mundo, tanto ese festejo como el de Fin de año son claves en el calendario cultural uruguayo. Lejos de la nieve (que no es tan idílica como la pinta Hollywood), los pavos rellenos y los buzos tejidos con diseños espantosos, las fiestas en este rincón del planeta tienen un sabor diferente, veraniego, pirotécnico y más desbordante.

Eso se trasluce también en nuestras canciones navideñas y festivas. No serán tantas ni serán todas un dechado de felicidad, pero que las hay, las hay. De distintos géneros y épocas. Que evocan distintos climas o que simplemente se ambientan en las fiestas de diciembre para intentar hablar de otra cosa, pero ahí están.

Este es un repaso por ese cancionero festivo uruguayo, en el que seguro hay ausencias. Es, más bien, una muestra de lo que se ha hecho, y cómo la música local ha tratado de reflejar cómo pegan la Navidad y el Año Nuevo por acá.

Triplete de Jaime

Como ya lo anticipó el arranque de esta nota, una de las canciones que refieren a las fiestas más conocidas del repertorio popular es Los Olímpicos, de Jaime Roos, ese cuplé que incluyó en su tercer disco, Aquello, y que fue uno de sus primeros hits verdaderos.

Pensada y compuesta como uno de esos segmentos humorísticos de los espectáculos murgueros del Carnaval, Roos la escribió en Ámsterdam, donde vivía en ese momento. Pensando en el problema endémico de los exiliados que se fueron de Uruguay por razones económicas, el músico trató de combinar el humor irónico con una melodía pegadiza, para narrar la vivencia de los uruguayos establecidos en el hemisferio norte que con la llegada de las fiestas no solo padecen el frío inhóspito sino que también es el momento que dispara la nostalgia y la penuria de estar lejos de los afectos y de las costumbres conocidas, como el inminente carnaval que llega en febrero, pero que para esa altura del año ya está en pleno preparativo.

Sin embargo, no era esa la primera canción de Roos que hacía referencia al último tirón del año. Su primer disco ya lo tiene presente desde el título: Candombe del 31. Ese número es en referencia al último día del año, y viene del título de la segunda canción del álbum, que nació de una visita de Roos (por ese entonces establecido en Francia) a su barrio Sur natal para las fiestas de 1976.

Con un toque melancólico (“que no somos nada se acaba el año y el que viene es peor”) y otra parte festiva (“las manos ya acarician la mesa, y los viejos levantan su cerveza en honor de la más bella ilusión”), la canción tiene influencias de Daniel Viglietti en la forma de tocar la guitarra del cantautor y en el clima del tema.

En ese mismo disco está Carta (a Poste Restante), que empieza evocando “Franca, Franca, dónde andás en Navidades”. La canción nació en ese mismo viaje en el que apareció Candombe del 31, un viaje que Roos hizo con su pareja de ese momento, la abogada holandesa Franca Aerts. Partiendo de París, la pareja recorrió buena parte de Latinoamérica de camino a Montevideo. Aerts seguiría el viaje sola mientras Roos se reencontraba con su ciudad y con su madre, luego de la muerte de su padre.

En el libro El Montevideano, de Milita Alfaro, cuenta que la canción “nació de una carta que envié a la ciudad de Santa Fe calculando que Franca todavía no había pasado por allí. Influenciada por los ritmos latinoamericanos que había conocido durante el viaje y por los vaivenes amorosos de la canción, está también entre sus primeras canciones relativamente conocidas. 

Canción del vagabundo en Navidad/Historia de navidad 

Eduardo Darnauchans y Washington Benavides son los responsables de Canción del vagabundo en Navidad, un tema de aires folk interpretado por “el Darno”, que lanza una crítica social contando una historia sobre un vagabundo que trata de meterse en una celebración navideña mientras la “gente limpia” lo expulsa porque les recuerda una realidad que tratan de ocultar con su festejo.

Benavides junto a su sobrino, Carlos, son también responsables de las canciones navideñas del disco Navidad del Gauchito, que cruza la tradición navideña con la vida campera uruguaya.

Canción de cuna navideña

Si de íconos del folclore uruguayo hablamos, entre esos nombres está el de Aníbal Sampayo. El poeta y cantante editó en su Coplas para el camino de 1966 esta canción, que con el paso del tiempo sería versionada por figuras como Mercedes Sosa y Los Olimareños. La canción traza un paralelo entre el pesebre donde la tradición señala que nació Jesús equiparándolo con la pobreza del campo y sus ranchitos.

Candombe de Navidad

Ya en un clima más festivo está este candombe tanguero, interpretado y compuesto por Romeo Gavioli junto a Carmelo Imperio y Gerónimo Yorio. “Se encendieron las bengalas, se ilumina la ciudad. Las campanas tan alegres, las fogatas dan color, que sostiene en el espacio, el sonido del tambor”, dice la canción, que también invoca a San Baltasar e imagina una llamada festiva que bien podría ser la misma de Candombe del 31.

Canción de Navidad

En su álbum Deliciosas criaturas perfumadas, Buitres incluye esta canción de Navidad que sin embargo, transcurre en marzo. La mención a la festividad, sin embargo, viene de que el protagonista del relato recuerda un romance que ya no existe y que se perdió una Navidad.

Fin de año

La más reciente de esta lista, esta colaboración entre la banda Niña Lobo y el cantante argentino Santiago Motorizado (líder de la banda El mató a un policía motorizado) es una joyita que refiere a las fiestas como ese momento que dispara recuerdos, no siempre gratos. En este caso, los de un amor perdido cuyos restos y señales se ven por todas partes y que “hacen llorar” a quien canta.

Diciembra

Disco de culto del indie uruguayo, Diciembra de 3Pecados abre con la canción homónima, y la memorable frase “Año nuevo, y todo sigue tan viejo. Esperando el primer amanecer con tres amigos en un sillón”. Con esa estampa, la banda pinta a un personaje que recuerda a una pareja ausente y también se adscribe en la categoría de canciones sobre las fiestas que se plantan del lado más ambiguo. En una entrevista con el portal Piiila, el cantante de 3Pecados, Pau O’Bianchi lo resumió así: “representa quizás un poco el espíritu que hay en diciembre: lo reflexivo, la profundización de lo que hiciste y no hiciste; lo que te falta, lo que te llena”.

El talibán

A modo de bonus track, este chiste de época de Monterrojo que jugaba con la paranoia del terrorismo islámico nacida de los atentados del 11 de setiembre de 2001. El cantante, detenido por la policía en una jornada de verano, asegura que “tira bombas solo en Navidad”. 

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