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Nikola Tesla: el padre del futuro

Cuando a Einstein se le preguntó cómo se sentía ser el hombre más inteligente del mundo, respondió: "No lo sé. Tendrás que preguntarle a Nikola Tesla"
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13 de julio de 2017 a las 05:00

Hijo de padres serbios, nació en Croacia el 9 de julio de 1856. Según el libro Wizard, de Marc J. Seifer, su madre también inventaba aparatos de uso doméstico y su padre era un sacerdote de la Iglesia ortodoxa serbia; tenía normas muy estrictas y talento para la escritura y la poesía. Lisa J. Aldrich, cuenta en el libro Nikola Tesla and the Taming of Electricity que el joven Nikola creó durante su infancia una invención interesante: una hélice que funcionaba con energía generada por insectos. Fijó unas piezas de madera en forma de cruz y le ató una polea, con lo que parecía un pequeño molino de viento. Luego recogió insectos para posicionarlos en cada extremo de la hélice. Aldrich narra: "Los bichos agitaron sus alas de manera furiosa en un intento de escapar y así generaron 'energía', al hacer que la hélice girara a gran velocidad". A Tesla también le fascinaba el poder de las cataratas del Niágara e imaginó que ese caudal de agua podría generar una gran cantidad de energía eléctrica. Su sueño era plasmar esa idea y, de hecho, se convertiría 30 años después en su proyecto más notable.

Por Ana Kopcalic

Nuestras actividades cotidianas, desde encender la luz hasta ver la televisión, escuchar la radio e incluso hablar por teléfono celular, no podrían llevarse a cabo sin las invenciones de Nikola Tesla. Sin embargo, en varias ocasiones, su devoción por la ciencia y sus planes no se apreciaron, y sus inventos se atribuyeron a otras personas. Este hombre genuino marcó un antes y un después en la historia; sus visiones, creaciones y legado son evidencia de que él es el padre de la energía eléctrica moderna. Tesla fue un inventor que, sin esperar nada a cambio, dedicó su amor y cada minuto a sus experimentos, que eran su verdadera pasión y propósito de vida.

Las raíces

La primera gran idea

Mientras estudiaba en la famosa Escuela Politécnica de Graz, en Austria, ganó la atención de todos sus profesores y científicos. Hablaba nueve idiomas y estudiaba veinte horas al día. En el libro Wizard, se menciona que, durante una clase de física con el profesor Poeschl, Tesla tuvo una idea que más adelante cambiaría la imagen del desarrollo técnico y el éxito en el mundo de la ciencia. El profesor Poeschl demostró un experimento con el dínamo de Gramme, un generador eléctrico que produce corriente continua. La corriente continua es corriente que viaja en una sola dirección (CC), mientras que la corriente alterna (CA) se produce y se alimenta con la naturaleza y su fuerza, por lo que podría ser mucho más fácil de desarrollar, sin la necesidad de adquirir dispositivos caros e innecesarios. El dínamo que el profesor presentó estaba compuesto de un enorme conmutador que era mucho menos competente y Tesla "intuitivamente dedujo que el conmutador era innecesario", explica el libro. Compartió su idea con la clase y con el profesor, pero este se opuso a su planteo y explicó a todos que la idea no era práctica. El joven creador se sintió avergonzado, pero decidido a probar su visión. Le tomó cuatro años lograr construir sus inventos y mostrar que tenía razón.

Tesla vs Edison

Después de inventar muchos motores, Tesla necesitaba inversores para mantener su motor de CA, pero no tenía suerte. Decidió viajar a Nueva York (cuando llegó solo tenía cuatro centavos en el bolsillo) tras la oferta de su colega Charles Batchelor, amigo del gran empresario e inventor Thomas Alva Edison. Tesla estaba más que feliz de conocerlo y trabajar con Edison: nunca se imaginó que con él protagonizaría la "guerra de las corrientes".

Tesla le dijo a Edison que mejoraría sus plantas de CC y este le prometió un pago de cincuenta mil dólares. Dos meses después y muchos dínamos de CC de por medio, el inventor reclamó su pago, pero el empresario respondió que se lo había ofrecido en broma. Después de tan mala experiencia, perdió toda confianza y esperanza en el pueblo estadounidense. No tenía dinero, a pesar de haber registrado varias patentes bajo su nombre. Sin embargo, el famoso ingeniero Alfred S. Brown vio un gran potencial en la invención de CA de Tesla y lo ayudó a formar Tesla Electric Company. El 15 de mayo de 1888 se presentó frente al Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos (AIEE por sus siglas en inglés) con un artículo titulado "Un nuevo sistema de motores de corriente alterna y transformadores". Explicó y enfatizó la eficiencia de la corriente alterna, en oposición a la corriente continua de Edison. La CA era más económica, sin necesidad de un conducto y podía fluir cientos de kilómetros con el cambio de voltaje gracias a la bobina creada también por él. Edison trató de desacreditarlo a él y a su trabajo y así comenzó la llamada guerra de las corrientes.

George Westinghouse, famoso millonario e inventor de los frenos de aire, quería invertir en motores Tesla, por lo que ofreció comprarle sus invenciones. Edison no estaba para nada contento con esta colaboración y trató de convencer al mundo de que la CA era peligrosa. Hizo experimentos que incluían matar a perros a través de la CA para probar lo peligrosa que era y cooperó con Harold P. Brown, un ingeniero eléctrico, para crear la silla eléctrica con CA y así mostrar el riesgo que implicaba usarla.

No obstante, la gente se dio cuenta de las malas intenciones de Edison y Tesla pudo una vez más demostrar su trabajo. Phylis Geller relata en el documental Tesla: Master of Lightning sobre la Exposición Universal de Chicago del 1º de mayo de 1893: "Cientos de miles de lámparas incandescentes iluminaron los edificios neoclásicos del predio ferial. Esta 'Ciudad de la Luz' fue obra de Tesla, Westinghouse y doce nuevas unidades de generación de CA de mil caballos de fuerza". La CA es hoy un estándar mundial para la distribución de electricidad.

Más inventos

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Más pruebas de que Tesla estaba adelantado a su época fueron sus ideas para la creación de robots autómatas, un dispositivo mecánico que imita los movimientos humanos. De acuerdo con el ingeniero serbio Miomir Vukobratovic, Tesla dijo: "Todos los seres vivos son autómatas impulsados ​​por impulsos externos".

También ideó los controles remotos sin cables y el primer barco radiocontrolado que usaba lo que él llamó su "poder mental" o "sistema teleautomático". La luz de neón y la iluminación fluorescente, así como las primeras fotografías de rayos X, son también invenciones que patentó, pero la idea que revolucionó el mundo fue la transmisión inalámbrica de energía eléctrica y la comunicación inalámbrica. En 1893, en Saint Louis, mostró dichas invenciones ante la Asociación Nacional de la Luz y poco después, el ingeniero italiano Guglielmo Marconi en Londres mostró la misma patente al lograr transmitir ondas de radio, pero se le negó, debido a que había sido una invención del serbio. Sin embargo, en 1904, la Oficina de Patentes de Estados Unidos revocó su decisión sobre la patente de radio de Tesla. Se especuló que Marconi tenía gran apoyo financiero de Edison y Andrew Carnegie. Cuando Tesla murió en 1943, el Tribunal Supremo de Justicia de Estados Unidos le devolvió la patente de la radio, como se merecía.

Gracias al apoyo de Westinghouse y después de una larga batalla para probar y financiar la patente, Tesla pudo hacer realidad su sueño de aprovechar la fuerza de las cataratas del Niágara. "El 16 de noviembre de 1896, el interruptor en las cataratas del Niágara se encendió y la primera entrega de electricidad llegó a la ciudad de Búfalo, en Nueva York, apenas un segundo más adelante", dice Aldrich en su libro. Después de algunos años, hubo generadores de las cataratas del Niágara que se utilizaron para generar electricidad destinada a la ciudad de Nueva York. Sin embargo, la asociación con Westinghouse no fue tan fructífera económicamente, ya que el empresario le quedó debiendo 12 millones de dólares.

¡Está viva!

Para Tesla la transmisión inalámbrica de energía era posible y todo a través de la energía que producía el propio planeta. Según Aldrich, "Tesla creía que la Tierra emitía una frecuencia que podía utilizarse como una onda portadora a través de la ionósfera", y esa energía ser transformada en corriente. En su laboratorio de Colorado Springs experimentó con esta idea y declaró que la Tierra estaba viva y tenía energía, que cuando recibía el golpe de un rayo, podía transmitir sus ondas a otras partes. Con la ayuda del arquitecto Stanford White y el inversionista John P. Morgan, tenía en mente un gran proyecto: transmitir la energía de forma inalámbrica por todo el mundo, para lo cual construyó la torre Wardenclyffe, en Long Island (Nueva York), pero en ese momento Marconi anunció la patente de ondas de radio, por lo que el inversor Morgan perdió interés en apoyar el proyecto de Tesla. Este fue uno de los períodos más difíciles de su vida, ya que no tenía recursos para llevar a cabo su visión. El gran inventor pasó sus últimos años luchando con deudas en lugar de vivir en la prosperidad, como lo hicieron aquellos que ganaron dinero gracias a su trabajo.

Falleció el 7 de enero de 1943; un día después de su muerte, el FBI pasó horas y horas en su casa. Se llevaron todo lo que pudieron e incluso todavía se especula que el público desconoce la mayoría de esos documentos de investigación de gran valor. Muchos documentos estaban categorizados con la etiqueta "Gobierno", pero dónde se encuentra el resto de sus papeles todavía es un secreto. Algunos los tomó el FBI, otros se supone que Tesla los entregó a otros países y existía la sospecha de que su sobrino quería venderlos a los enemigos de Estados Unidos.

El legado de Nikola Tesla y su mente magnífica aún están entre nosotros. Cada chispa de luz, cada sonido en la radio, la revolución del auto eléctrico con Tesla Motors como pionero, incluso la banda de rock que lleva su nombre, son recordatorios de que este genio no solo dio forma a nuestras vidas, sino que todavía es el padre del futuro.

El hechicero solitario

En su autobiografía, Mis inventos, Tesla explicó que podía oír el tic tac de un reloj con tres habitaciones de por medio entre él y el objeto. La gente a su alrededor notó su naturaleza extraña, sobre todo por sus hábitos poco comunes y sus obsesiones. Se enfermaba si veía algo que tenía forma redonda, como una perla o un durazno, y cuando caminaba tenía que contar sus pasos. Él mismo describe: "Todas las acciones reiteradas o las operaciones que realizaba debían ser divisibles entre tres y, si me perdía, me sentía obligado a hacerlo todo de nuevo, incluso si tardaba horas". Nunca se le conoció una relación amorosa, su compromiso era con su trabajo.

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