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Nueva terminal en Cabo Polonio tiene en contra a sus pobladores

Los residentes lograron se suspendiera la obra durante dos días
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15 de diciembre de 2017 a las 18:51

En 2009 Cabo Polonio pasó a ser zona incluida en el Sistema nacional de áreas protegidas de Uruguay. Desde ese entonces, un pueblo de pescadores que mantiene cierta épica natural a pesar de su crecimiento comercial en los últimos diez años, dejó de ser un balneario que funcionaba bajo reglas autoimpuestas casi aislado de la intervención estatal para convertirse en tema de conflicto con las autoridades departamentales. Y este diciembre no es distinto.

La Intendencia de Rocha quiere mudar la terminal céntrica donde arriban los visitantes, pero la comisión de vecinos –formada principalmente por los 60 residentes que viven todo el año - decidió manifestarse este martes y miércoles al no estar de acuerdo con ese cambio.

Su accionar consistió en ir a sentarse en donde se proyecta la nueva locación para la llegada de los camiones que ingresan desde la ruta 10 al balneario. La nueva terminal estará ubicada a unos 200 metros de la actual y será de estructura liviana, tipo deck , sobre la zona que los vecinos llaman playa Sur.

Con sus primeros reclamos, los pobladores lograron que las obras no comenzaran, pero este miércoles fueron advertidos por un fiscal que no debían obstruir la obra, y que de lo contrario irían presos, según relató uno de los vecinos a El Observador. El funcionario les manifestó que esa no era la forma y ahora los vecinos acudieron a abogados para defender su posición.

Los comerciantes, que durante los dos días de manifestación lograron impedir se empezara a trabajar en la construcción, se oponen a la medida porque entienden va a afectar directamente sus ingresos. La mayoría tienen sus locales comerciales en el perímetro que incluye al microcentro poloniense.

Luis Vivas, que es propietario de un hostel ubicado enfrente a donde hoy funciona la terminal, contó que el principal reclamo en realidad es tener participación en las decisiones que se toman dentro del área. "La ONU, cuando declaró a Cabo Polonio área protegida indicó que la población debe ser tomada en cuenta para este tipo de acciones. Además, las autoridades de la Intendencia nos habían dicho que la terminal no se iba a hacer al menos por este año", señaló.

A su vez, Vivas comentó que hay una población establecida en el lugar desde hace mucho tiempo y que mover la terminal perjudica a los comercios de las personas que residen todo el año. "La gente ya no llegaría tanto. Incluso, los residentes más cercanos a donde iría la nueva terminal tampoco quieren se ubique ahí. Lo que más nos importa es que no nos pasen por arriba para hacer lo que se les antoja, sino este rincón único va a terminar siendo un lugar como todos los otros", dijo.

En tanto, el intendente de Rocha, Anibal Pereyra, dijo a El Observador que la realidad es que en Cabo Polonio hace una década entraban 50.000 personas al año, mientras en lo que va de 2017 entraron 110.000 y en los días que van de diciembre está ingresando entre 40% y 50% más que en la misma fecha de 2016.

"Los motivos del cambio de lugar son las mismas razones que nos llevaron hace cinco años a construir las dos terminales que hay: la externa y la interna. Con la interna también hubo mucha resistencia en su momento. La razón de que la llegada sea 200 metros antes responde a las dificultades que tuvimos la temporada pasada, cuando los propios comerciantes que ahora no están de acuerdo protestaban porque los camiones estaban sobre sus comercios. Es una zona muy angosta para que los camiones se crucen con la gente caminando. Es un riesgo. Entonces, a partir del supuesto de que este verano va a crecer aún más la llegada de turistas, decidimos tomar las medidas de seguridad pertinentes", explicó Pereyra.

Además agregó que lo planteado es que el deck funcione hasta marzo, para después de pasada la temporada estival volver al mismo lugar de siempre.

Condenado al éxito

En enero de 2017 Cabo Polonio recibió un promedio de 2.500 turistas por día. En los momentos de mayor demanda, los vehículos con visitantes entraban cada 15 minutos. El balneario ha experimentado importantes cambios en los últimos años, tanto en su infraestructura comercial como en el crecimiento de la cantidad de turistas. Según sus vecinos, las cualidades únicas del lugar hacen que sea delicado mantener un equilibrio entre la protección de la zona y recibir a los turistas. "Este lugar está condenado al éxito", dijo a El Observador en enero de 2017 Francisco Lujambio, uno de los pobladores más veteranos.

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