Otros paseos, otro país

“El objetivo es difundir el espíritu de viajar basado en una convivencia amigable con la naturaleza, fomentando la fraternidad del viajero con los paisajes y las comunidades que los habitan”, explica Pardo ante la consulta de cuáles son los aspectos generales del proyecto.
El joven de 30 años destaca que esta propuesta se orienta hacia otra forma de viajar y conocer Uruguay, promoviendo lugares y paisajes diferentes con poca difusión.

“En estos viajes atravesamos zonas bien campestres. Ahí te cruzás mucho con la figura del gaucho, con familias rurales o con gurises que caminan varios kilómetros por el campo para ir a la escuela. Hablamos con ellos para rescatar y difundir esas historias que forman parte del cotidiano cultural uruguayo”, dice Juan Andrés sobre la importancia de conocer sus tradiciones y costumbres.

“Yo los considero como los informantes calificados, porque son las personas que más te informan y te aportan del lugar. Te cuentan desde hace cuánto viven en su pueblo natal, qué cosas hacían y qué hacen ahora. Ellos se enorgullecen de las historias de sus lugares y está bueno poder escucharlos, y difundir esas historias. Forma parte de la aventura”, enfatiza aunque admite que al principio es difícil “entrarles” por la intriga y desconfianza que trasmiten sus presencias en el pueblo.

En esa búsqueda, Juan Andrés se planteó realizar durante todo el año 2013 una serie de recorridos con el propósito de crear el primer centro de información para viajeros y turistas que gusten de modalidades alternativas de viaje, documentando y registrando los testimonios a través de su página web www.uruguayalternativo.com.

“No se trata de un turismo clásico y convencional donde el viajero está ‘de paso por el lugar’ o solo quiere disfrutar de las playas. Nuestra propuesta va más allá; pretende conocer el lugar desde una perspectiva más natural y aprender las tradiciones de sus habitantes”, declara. “Además, es una realidad mundial que cada vez son más los turistas que están buscando propuestas más personales y auténticas en su viajes, y para eso internet (redes sociales) es una herramienta de suma importancia para el sector turístico”, agrega.

El proyecto Uruguay Alternativo surgió a raíz de un desafío personal de Juan Andrés, que había planteado que una vez que terminara la carrera de Ciencias Políticas –le falta la tesis– recorrería el país en bicicleta. De esta forma, a fines de 2012 escribió el proyecto cuando se enteró que la edición de “Tus ideas valen”, organizada por la ONG “Uruguay de las Ideas”, premiaba aquellas propuestas innovadoras en materia de turismo sustentable. Finalmente su proyecto fue premiado y, a su vez, se registró a los Fondos de Incentivo Cultural (FI) por intermedio del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), que ofrecen beneficios fiscales a aquellas empresas que apoyan los proyectos culturales.

“La propuesta es totalmente abierta para quienes quieran sumarse a participar en algunas de las actividades y recorridos que se proponen”, dice Juan Andrés, aunque aclara que por el momento no cuentan con apoyos que logren financiar el proyecto en su totalidad.

“Todas las salidas que hemos realizado fueron a pulmón, y cada uno se financió su parte para realizar los recorridos. A través del mecanismo de los Fondos de Incentivos procuramos invitar a las empresas a que se sumen al proyecto y crear alianzas estratégicas que sean rentables para todos”, explicó.

Sin embargo, el proyecto cuenta muchas veces con el apoyo logístico en transporte y alojamiento por parte de las intendencias y los centros MEC de cada departamento. Pardo explica que para cada uno de los destinos seleccionados previamente se coordinan actividades vinculadas a políticas comunitarias, recreativas, ambientales y culturales.

“El recorrido debe ser participativo e inclusivo para aquellas personas que habitan los lugares que visitamos. Pretendemos al menos dejar algo en cada lugar por el que pasamos, en la medida de lo posible”.

En ese sentido, la idea de su creador es que el equipo de Uruguay Alternativo que recorrerá esos destinos sea diverso, a tal punto de contar con gente de distintas disciplinas y áreas como fotografía, biología, recreación y comunicación. El número máximo de integrantes que puede financiar la propuesta es de 4. “Todo eso suma para lograr un mejor producto y sobre todo va a enriquecer los conocimientos”.

La hoja de ruta y la bicicleta
Juan Andrés Pardo y Ayrton Vásquez, un joven de 17 años, fueron los integrantes del equipo de Uruguay Alternativo que dieron inicio a este primer tour. Ambos se conocieron y se hicieron amigos hace unos años en el camping El Cocal (Rocha), cuando Ayrton estaba trabajando allí junto a sus compañeros del hogar Capurro del INAU (ver nota aparte) y Juan Andrés trabajaba en la administración y recepción del camping.

Los amigos partieron el 22 de marzo en bicicleta hacia la zona oeste de Montevideo donde visitaron a gente de las localidades de Punta Espinillo y Pajas Blancas para contarles las historias de la zona, así como formas alternativas de vida natural. Luego, su destino fue San José. Allí, visitaron la Sierra de Mahoma, pasando antes por la casa de Alfredo Zitarrosa en Ciudad del Plata. De esta forma, viajaron a Colonia para visitar destinos en Nueva Helvecia, Colonia Valdense, Colonia Suiza y Villa La Paz. Después de conocer esos lugares, partieron rumbo a Soriano para conocer Dolores, Villa Soriano y Nueva Palmira. Retornaron por Santa Lucía, Canelones y finalmente Montevideo. Todo el tour duró siete días y en él se incluyeron pueblos y lugares que, de alguna forma, recobraron la importancia de lo que cotidianamente pasa desapercibido.

Uno de los objetivos primordiales del proyecto es fomentar las prácticas ambientales y saludables a cada lugar que va, y para eso la bicicleta es el medio de transporte más apropiado para este tipo de actividad.

“A través de la bici uno puede recorrer, sentir y vivir de otra forma el camino que está recorriendo: es un viaje con todos los sentidos. Puede parar cuando quiera o meterse dentro de un campo abierto, te da toda esa libertad”, dice.

En una de sus tantas crónicas de viaje, Juan Andrés destaca el libro Mitos, leyendas y tradiciones de la Banda Oriental, del autor e investigador uruguayo Gonzalo Abella, con el propósito de argumentar su pretensión de valorar la riqueza patrimonial y cultural que tantos uruguayos desconocen sobre la historia y las tradiciones del país hacia “tierra adentro”.
Pardo rescata un fragmento del artículo que trata sobre la reflexión de un productor rural:

“Estas creencias son una tradición de gente que yo respeto mucho. Son mis vecinos. Es gente que quiere al campo, que quiere este paisaje; que sufre cuando ve el estado actual de la campaña. Yo le repito: nunca vi nada sobrenatural, pero los cuentos camperos… yo creo que ayudan a amar el paisaje, a amar lo nuestro, a entenderlo; porque la gente de todos lados se parece, pero los relatos dependen del paisaje, son identidad. Los ecologistas deberían conocer más estas tradiciones y leyendas. No se ría, pero para mí son trincheras. Trincheras de sentimiento, para proteger la naturaleza de aquí. Yo tengo nietos… cuando se mata un paisaje natural es como matar la fantasía que el paisaje sugirió a la gente. Y cuando se mata la memoria después nadie protesta si se mata el paisaje.”