Las primeras horas después de perder la pierna derecha, Rubén Grande se las pasó preguntando el porqué de su mala suerte; después reflexionó que estar vivo seguía siendo un regalo y no descansó hasta volver a completar un triatlón
Tiempo de lectura: -'
11 de abril de 2011 a las 19:03
Grande, mexicano de 43 años, fue el más aplaudido entre los 700 atletas no profesionales que compitieron hoy en la previa de la Copa Mundial de triatlón de Mazatlán, en el Pacífico mexicano, y al llegar a la meta recibió tantos abrazos como los que les suelen dar a los campeones mundiales."La gente me dice que los inspiro; yo sólo soy un tipo feliz que se entrena para llegar a la meta", dice el competidor que cubrió en 3 horas 32.44 minutos el kilómetro y medio en natación, los 40 de ciclismo y los 10 de carrera.
Aunque fue el centro de atención, el competidor no fue el único con una buena historia en el triatlón por categorías de Mazatlán.Roberto Godínez, de 68 años, completó el último tramo del trayecto casi deshidratado; sin embargo al cruzar la línea exageró una sonrisa y presumió ante todos de una medalla con un cordón naranja que le dieron por haber completado el trayecto.
