El Parlamento Europeo celebra esta semana en Estrasburgo el último pleno antes de la pausa de verano, y en él no estará el legislador Carles Puigdemont.
El ex presidente del gobierno de Cataluña no acudirá a la ciudad francesa, como tenía previsto, por miedo a ser detenido después de la sentencia del Tribunal General de la Unión Europea que valida la retirada de su inmunidad.
"Esperábamos una respuesta asertiva del Parlamento sobre nuestra inmunidad de despalancamiento, ambiguamente cuestionada en la sentencia del TGUE, pero todo lo que hemos recibido es que llegado el caso tomará todas las medidas disponibles para defender cualquiera de las inmunidades a las que puedan tener derecho en ese momento", ha escrito en redes sociales Puigdemont.
"Es decir, mayor ambigüedad. Probablemente porque de la sentencia se hace difícil extraer una decisión clara", prosiguió, alegando sus motivos para no viajar al pleno: "El Parlamento no garantiza, pues, llegado el caso no se utilice esta ambigüedad para practicar una detención como la de Alguer que, a diferencia de entonces, podría significar el traslado del proceso de extradición a Francia". Mencionó así la detención que se dio en 2021 en Cerdeña.
Puigdemont sigue en una especie de cruzada contra la Eurocámara. "Salvo que el Parlamento nos comunique de forma clara que la inmunidad de desplazamiento, que nunca nos había sido quitada —tampoco en el suplicatorio—, queda garantizada, el consejero Toni Comin y yo no viajaremos a Estrasburgo contrariamente a lo que era nuestra intención y nuestro deber", prosiguió en su mensaje.
Al mismo tiempo pide "una respuesta clara a esta cuestión, no por la afectación personal que pueda tener sino porque afecta a un derecho fundamental que ningún Parlamento del mundo democrático debería discutir".
Esta situación se da solo unos días después de que el TGUE decidiera retirar la inmunidad al ex presidente de Cataluña, quien se fugó de España y se amparó en los fueros parlamentarios europeos para no ser detenido tras el referéndum con el que intentó independizar a Cataluña de España.
En una sentencia publicada en la última semana y que supone un nuevo revés a uno de los líderes del proceso catalán, también se le retiraron los fueros a los ex consejeros Clara Ponsatí y al propio Toni Comín. De esta forma, se confirma la decisión del Parlamento Europeo.
Además, también se abre la puerta a que se emita una nueva orden europea de detención y entrega por parte del Tribunal Supremo para que rinda cuentas en España, y el juez Pablo Llarena podría reactivarla cuando considere, aunque el asunto se daría aquí en una escala diferente puesto que recaería en la justicia belga y no en la comunitaria.
Eso sí, ante esta decisión cabe recurso de casación ante el TJUE; la defensa de Puigdemont ya avisó antes de conocer la sentencia de que, en caso de que le fuese contraria como ha sucedido, lo haría. Tiene dos meses para presentar dichos recursos y después el TJUE contará con otros seis para posicionarse.
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